17 de noviembre de 2012

Mantengamos la esperanza, fortalezcamos la resistencia

Muchas familias viven angustia por la difícil situación económica, la carestía y el desempleo. Sienten que se les va a acabar el mundo.

La violencia y el crimen organizado han llenado de pánico a muchas familias y a la misma sociedad: hay quien dice que esto es ya el fin del mundo.

Para colmo algunas personalidades religiosas sobre todo con fines económicos asustan a la gente con la próxima llegada del fin del mundo y exhortan a sus oyentes a desprenderse de sus bienes a favor de la comunidad-

Una cosa es que los sistemas económico políticas que oprimen a la sociedad se vayan a terminar y otra cosa es que este mundo esté a punto de acabarse.

Imposible pensar que nuestro Dios, el Padre bueno, que creó todas las cosas y eran buenas, ahora destruya su obra como cualquier niño caprichoso


La lectura de Daniel anuncia la intervención de Dios a favor de sus fieles a través de Miguel, el protector de su pueblo.

El género literario y el estilo de Daniel corresponden a la corriente apocalíptica bastante popular a finales del primer Testamento

Todo el libro de Daniel es un llamado a la esperanza, característica principal de toda la literatura apocalíptica.

No se trata tanto de una revelación especial de lo que sucederá al final de los tiempos, sino utiliza imágenes que invitan a mantener viva la esperanza, a no sucumbir ante la idea de una dominación absoluta de un determinado imperio.

El texto que leemos hoy es subversivo para la época, puesinvita al rechazo del señorío absoluto de los opresores griegos de aquel entonces que, a punta de violencia, se presentaban como dueños absolutos de las personas, del tiempo y de la historia.


Algunas claves de interpretación para este pasaje del evangelio

En el Antiguo Testamento, el sol y la luna representaban a las divinidades paganas; los astros y las potencias del cielo, a los jefes de las naciones que justifican su poder en nombre de sus dioses y que se divinizan a sí mismos.

Diversos pasajes describen la caída de los imperios usando imágenes de una catástrofe cósmica.

Con este mismo lenguaje, Jesús anuncia cuál va a ser el efecto del anuncio del evangelio a los demás pueblos. La traducción de todo este conjunto de imágenes podría ser, en síntesis, ésta:

Los sistemas de poder establecidos en las naciones se asientan en la opresión de los pueblos y son justificados por las respectivas religiones paganas.


Al igual que la predicación de Jesús descubrió la corrupción del sistema judío, la predi­cación del evangelio a todos los pueblos va a descubrir que esos sistemas son injustos, tiránicos y causa de sufrimiento y de muerte,

Entonces las divinidades paganas aparecerán ante quienes las veneran como dioses falsos y los poderes opresores.


Para fortalecer nuestra esperanza lo más importante será poner atención a las palabras de Jesús. “Verán llegar al Hom­bre entre nubes, con gran potencia y gloria, y entonces enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, del confín de la tierra al confín del cielo.

Y también: “De la higuera, aprended el sentido de la parábola: Cuando ya sus ramas se ponen tiernas y echa las hojas, sa­béis que el verano está cerca. Así también vosotros: cuando veáis que esas cosas están sucediendo, sabed que está cerca, a las puertas.

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasaran.”


Frente a los problemas familiares y económicos Dios nos invita a la resistencia, mediante la organización y la solidaridad.

Ante la violencia y el crimen organizado Dios nos invita a la resistencia, mediante el esfuerzo y la colaboración con los demás para construir la paz,

Ante los sistemas injustos, tiránicos y causa de sufrimiento y de muerte, Dios nos invita descubrir y combatir las causas que dan origen a estos sistemas

Sugerencias

Apoyemos el movimiento ciudadano por la paz

CCR



1 comentario:

  1. Buen comentario, me ha dado luz para entender el sentido de esta Palabra y sobre todo descubrir el camino de la esperanza junto a la vida y el mundo en el que vivimos. Gracias!

    José Luis.

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