14 de noviembre de 2012

La palabra de Dios nos revela nuevas riquezas

Textos conciliares
DV 2: La revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas, las obras realizan las palabras; las palabras explican su misterio.
DV 3: En la creación misma ofrece Dios un testimonio perenne de sí mismo. Se reveló desde el principio a nuestros primeros padres.
DV 6: Dios es cognoscible por la razón natural desde las cosas creadas. La revelación proporciona un conocimiento con absoluta certeza y sin error sobre las realidades divinas, que no son en sí inaccesibles a la razón humana.
DV 7: La trasmisión fue oral y por escrito. La Escritura va junto con la Tradición.
DV 8: La Tradición apostólica «va creciendo» en la iglesia con la ayuda del Espíritu. Crece la comprensión de las palabras cuando los fíeles las contemplan y estudian...
DV 9: La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo.
D V 14: Dios se revela en historia de salvación.
LG 5: La reino brilla ante los hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo.
AA 6: La iglesia debe manifestar al mundo «con obras y palabras» el mensaje de Cristo.

Palabra de Dios
— Jn 1,1-18: La Palabra se hizo carne. Es el Hijo quien nos ha contado cómo es Dios.
— Rom 1,18-20: Dios ofrece en la creación un testimonio de sí. Pero los hombres oprimen la verdad con la injusticia.
— Jn 1,1-4: Os escribimos lo que hemos visto y oído para que vuestra alegría llegue a término.
— Heb 4,12-13: La Palabra de Dios es cortante. Llega a las entretelas del alma.

Cuestiones para el diálogo
—¿Qué entendemos por «Historia de la Salvación»?
—¿Qué relación y diferencia hay entre el Antiguo y el Nuevo Testamento?
— ¿Qué relación tiene la historia real con la historia de la salvación?

Reflexión
1. El Vaticano II ha consagrado la visión del contenido de la Biblia como la descripción de la historia de la salvación. La Biblia deja de ser una fría colección de textos o de afirmaciones reveladas, y pasa a ser la manifestación de Dios a través de la historia de la salvación. Esta historia comienza en la creación misma, y desborda los límites del pueblo de Israel. La historia de la salvación se hace una realidad omnipresente y omniabarcante. Con ello comprendemos mejor la universal presencia de Dios y su misteriosa pedagogía.
2. Queda así superada la concepción doctrinaria de la revelación (DV 2; LG 5; AA 6). Se afirma claramente que la revelación divina se ha realizado (y se realiza) por medio de obras y palabras, íntimamente ligadas entre sí. Dios interviene en la historia. La revelación se hace histórica, a través de hechos históricos. Emerge así en la conciencia conciliar de la iglesia una imagen de Dios genuinamente bíblica: Dios siempre mayor, Dios que se revela en la historia, que camina delante del pueblo conduciéndole hacia la utopía de la tierra prometida, y que se realiza definitivamente en Jesús, en sus palabras y en sus prácticas, como manifestación escatológica de la «historia de Dios» y de la voluntad de Dios sobre la historia.
3. La Palabra de Dios deja de ser, así, un escueto libro, en sí mismo, aislado, para ocupar su puesto en el contexto de la comunidad creyente, en la Tradición viva del pueblo de Dios peregrino, que es una «tradición que va creciendo en la iglesia con la ayuda del Espíritu» (DV 8). La Palabra de Dios se nos manifiesta así en el Concilio desde una nueva perspectiva, «nos revela nuevas riquezas».

Examen
— ¿Tenemos todavía una concepción puramente doctrinaria de la revelación bíblica?
— ¿Valoramos debidamente en nuestra comunidad la Palabra de Dios? ¿En qué gestos concretos podemos mostrarlo?

Conversión
— Leer, estudiar más a fondo la Biblia.
— Hacer oración con la Palabra de Dios.

Preces
— Por los catequistas y trasmisores de la fe.
— Por los teólogos e investigadores de la Biblia.
— Por los delegados de la Palabra, los que animan las celebraciones de la Palabra.
— Por todos aquellos a quienes no ha llegado la noticia del Evangelio.
— Por todos los que generan opresión e injusticia, oponiéndose a la salvación de la historia.
Oración
Dios, Padre nuestro, que en Jesús te has hecho compañero nuestro en el caminar por la historia, nos has revelado la utopía de la historia y te has hechos historia de la salvación; haz que también nosotros nos entreguemos a la salvación de la historia. Por J. n. S.

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