30 de noviembre de 2013


Prepararnos a la Navidad

Practicando la oración

Junto con la justicia y solidaridad

En la sociedad en que vivimos, hemos comenzado a prepararnos para la Navidad; sin embargo lo que  más se nota es el adorno externo sobre todo en las tiendas y en los edificios religiosos.

En familia y en las empresas organizamos convivencias en las que abunda la comida y obviamente la bebida, pero hay poca preocupación por los hermanos desempleados o enfermos.

En lo religioso, aunque se han perdido mucho las tradiciones de los mayores, hay personas que hacen la Novena de Navidad, pero con poca referencia a los niños pobres y a la práctica de la solidaridad.

 

El texto de Isaías que leemos hoy, aunque está colocado en la parte del Primer Isaías, recibió el toque final de los redactores del tercer Isaías, que dieron al libro la forma actual.

Al contemplar la ciudad de Jerusalén tan devastada después de la destrucción y el cautiverio y la  ardua tarea de la reconstrucción,  el profeta anuncia el futuro de la ciudad y del pueblo.

Isaías ve a la ciudad elevada y centro al que confluyen todas las naciones: Centro desde el que Dios instruye a todos los pueblos.

El mesías prometido saldrá de la ciudad (Sión) y será árbitro de las naciones y juez de pueblos numerosos; ellos transformarán sus instrumentos de muerte en instrumentos de trabajo y de vida.

La carta a los romanos invita a vivir alerta por la cercanía de nuestra salvación: Invita a evitar actitudes contrarias al Reino de Dios, injusticia, egoísmo, mentira, pleitos y a vivir el estilo de vida del Nazareno, lleno de justicia y misericordia.

En el evangelio, Jesús, recordando la forma despreocupada en que la gente vivió acontecimientos importantes del pasado (Noé) invita a prepararnos (el compartir, la misericordia)

 

Prepararnos para la Navidad ha de significar para nosotros organizar nuestras celebraciones, familiares, sociales y religiosos de modo que destaque la presencia del Dios de la paz en medio de nosotros.

Nunca debe faltar ese signo, porque de otro modo nos desviamos

 Prepararnos para la Navidad ha de significar para nuestra práctica religiosa practicar la oración como diálogo profundo con Dios que nos impulse a transformar la situación de los niños más desamparados.

Prepararnos para la Navidad ha de significar para nosotros, organizar convivencias, pero tomando conciencia de los hermanos cercanos que están enfermos o desempleados y darles muestras efectivas de solidaridad.

Prepararnos para la Navidad ha de significar para nosotros esforzarnos por combatir en nuestras propias familias la injusticia, la mentira, el egoísmo, los pleitos.

Prepararnos para la Navidad ha de significar para nosotros estar atentos al acontecer de nuestro mundo para descubrir en él, lo que Dios nos pide hoy.

Noviembre 30/203

Cosme Carlos Ríos

23 de noviembre de 2013


SEGUIR A JESÚS, EL CRUCIFICADO

 

Para comprender qué significa que Jesús Mesías es rey, en lugar de leer el evangelio hemos puesto la mirada en lo que sucede en los palacios

Otras veces, con el pretexto de que Jesús es el rey del universo, hemos intentado someter una buena parte de nuestro mundo a nuestros caprichos, o a nuestros

El culto que rendimos a Jesús es un culto triunfalista y por ello nos esforzamos por celebraciones que resalten esta imagen de rey, tan distante de lo que fue Jesús

 

El primer libro de Samuel cuenta que la gente pide al profeta: Danos, un rey para que nos juzgue, como todos los pueblos».

La función principal del rey era administrar una verdadera justicia en favor de los más indefensos, único medio para asegurar el bienestar de todos dentro de la comunidad.

Debía ser, ante todo, un esfuerzo de ayuda en favor del débil, un volcarse en bien de los más necesitados.

El salmista, hablando del rey ideal, dice así: «Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador».  La sensibilidad o preocupación por la justicia social constituía, la piedra de toque del verdadero rey.

La primera lectura de hoy nos presenta David como el modelo del verdadero rey y lo confronta con la actuación de Saúl y del mismo Salomón

David es el rey que hace alianza con los jefes de las tribus, el que conduce y es pastor de Israel

El evangelio nos presenta a Jesús  en la cruz, por haber pasado su vida defendiendo la causa de los indefensos, de los oficialmente pecadores, de los habitantes de la periferia de la vida.

Jesús es objeto de burla por parte del pueblo, de las autoridades judías y aún de parte de uno de sus compañeros de patíbulo.

En la cruz Jesús muestra la misericordia llevada hasta el extremo y fortalece la esperanza de un criminal arrepentido.

La segunda lectura de hoy nos dice que en Jesús, Dios quiso reconciliar todas las cosas.

Jesús es el que gobierna entregando la vida por los débiles y marginados, por las víctimas. Jesús es el que hace alianza con los demás para que el pueblo tenga alimentación, salud y justicia social para todos.

Jesús es el que fortalece la esperanza; el que es instrumento de reconciliación.

 

Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros trabajar por la vida de los débiles y marginados: Madres solteras, drogadictos, alcohólicos etc., por las víctimas de la violencia y el crimen organizado.

Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros hacer alianza con otros para que todos en nuestro pueblo tengamos  alimentación, salud y justicia social.

 Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros ser instrumento de reconciliación y gente que fortalece la esperanza.

CCR

Noviembre 23/2013

 

16 de noviembre de 2013


Testigos de Jesús

 

Nos fascinamos con facilidad ante las grandes obras de nuestro mundo: la revolución tecnológica, las grandes construcciones etc.

Los desastres naturales, la violencia y la inseguridad pública hacen que el pueblo viva en un temor permanente. El comercio de armas y el tráfico de droga campean a sus anchas.

Muchos seudo creyentes interpretan esta situación como castigo de Dios por la maldad de los hombres

Para evitar conflictos con las autoridades que toleran o son cómplices de esta situación, los pastores de Iglesia preferimos callar en vez de dar un testimonio de lucha contra estas situaciones de muerte.

 

Estamos en el final del año litúrgico, lo cerraremos el próximo domingo con la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo; por eso las lecturas de hoy tienen un sabor de final.

Para una correcta interpretación de este y de otros textos semejantes es importante tener ideas claras sobre la apocalíptica.

Esta es una corriente de pensamiento, que frente a los graves problemas, intenta fortalecer la esperanza del pueblo sencillo: habla más por medio de imágenes que de palabras, y casi siempre presenta una intervención inmediata de Dios.

El profeta Malaquías actuó alrededor del año 465 a. C. y en su momento la comunidad que había regresado del exilio vivía una fuerte apatía en cuanto al culto, los sacrificios, la observancia de la ley y la justicia social.

Este libro fue escrito por sacerdotes levitas que participaban en el culto y su objetivo era denunciar la apatía de la comunidad judía especialmente los responsables del culto.

En el texto que leemos hoy anuncia una intervención especial de Dios: El día de Yahvé,  en el que todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja, pero para los justos brillará el sol de justicia que trae la salvación.

Encontramos a Jesús en su etapa final y hoy frente a la construcción del suntuoso templo de Jerusalén, obra del rey Herodes el grande.

El templo majestuoso, además de ser una obra monumental, era el símbolo del sistema judío en el que los grandes y de modo particular las autoridades religiosas, sacerdote y maestros de la ley oprimían y explotaban al pueblo.

Ante la admiración de algunos por la grandiosidad del Templo  Jesús propone: De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".

A la pregunta sobre la fecha Jesús responde: Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan.

Asimismo Jesús anuncia que sus discípulos serán víctima de persecución por fidelidad a la misión.

 

Vivir la esperanza ante los problemas personales y sociales significa para nosotros no poner la confianza en las grandes obras de Dios, sino confiar incondicionalmente en la propuesta y en la acción salvadora de Jesús.

Vivir la esperanza ante los problemas personales y sociales significa para nosotros, como testigos de Jesús, luchar con hechos y palabras, frente las situaciones de muerte que estamos viviendo: tráfico de drogas y de armas.

Vivir la esperanza ante los problemas personales y sociales significa para nosotros confortar a las víctimas del tráfico de armas y de drogas.

Vivir la esperanza ante los problemas personales y sociales significa para nosotros realizar esta lucha en forma solidaria como una verdadera lucha por la construcción del reino.

 

 

 

 

9 de noviembre de 2013


Creer en la Resurrección es entregar la vida

 

Los cristianos, muchas veces nos desesperamos ante el sufrimiento y ante la muerte. Se pone a prueba nuestra esperanza en una vida plena.

Muchos cristianos vivimos como si la única preocupación fuera disfrutar de la riqueza, el placer, el poder o la fama.

Pocos cristianos tienen clara que la manera de vivir la fe consiste en entregar la propia vida al servicio de la obra de Jesús: El reinado de Dios.

 

Los hechos a que se refiere el 2 libro de los Macabeo sucedieron en los años entre el 170 a. C cuando se desata la persecución de Antíoco IV Epífanes y el 160 a. C hasta la victoria de Judas Macabeo.

Antíoco IV Epífanes, con apoyo de algunos importantes judíos, comienza a imponer la cultura helenista, lo que provoca una fuerte resistencia del pueblo judío.

Antíoco reacciona con una fuerte persecución en contra de los judíos fieles a su fé y a sus tradiciones, exigiendo la adoración de los ídolos y actuando contra los símbolos y prácticas de la comunidad judía.

Algunos judíos ejemplares como Eleazar y la madre y los siete hijos de que nos habla la lectura de hoy son capaces de entregar su vida en fidelidad a su fé y a sus tradiciones religiosas.

La esperanza  en una vida plena al lado de Dios fortalece y sostiene la fidelidad y resistencia de estas personas.

En capítulos anteriores (Lc 9, 51) hemos leído que cuando se acercaba el tiempo de su elevación al cielo Jesús tomó la firme determinación de encaminarse a Jerusalén.

Ahora, Jesús ha llegado a la ciudad y después de expulsar a los mercaderes del templo enfrenta las invectivas del  grupo saduceo

Estos eran miembros de un grupo del judaísmo. Eran muy conservadores, no creían en loa ángeles ni en los demonios, ni en la resurrección de los muertos. Estaban ligados al poder y no se mezclaban con el pueblo sencillo.

 Ellos utilizan la ley del levirato, (Deuteronomio 25) pero distorsionan su sentido, ya que el sentido de la ley es que la mujer viuda no quede desamparada y no el que ella tenga un nuevo dueño.

Jesús responde presentando a Dios, como Dios de vivos y la  resurrección como la plenitud de la vida.

La plenitud de la vida se da cuando vivimos en perfecta armonía con todo y con todos.

 

Creer en la resurrección, hoy significa para nosotros encontrar el sentido de la adversidad y el dolor y vivirlos de modo que nos conduzcan a la vida plena.

Creer en la resurrección, hoy significa para nosotros entregar nuestra vida, como la de Jesús, para que los hermanos más débiles y desprotegidos tengan vida y vida en abundancia. .

Creer en la resurrección, hoy significa para nosotros utilizar nuestros bienes, nuestra preparación y nuestras habilidades en una forma fraterna y solidaria.

Cosme Carlos Ríos

Noviembre o9 2013