23 de noviembre de 2013


SEGUIR A JESÚS, EL CRUCIFICADO

 

Para comprender qué significa que Jesús Mesías es rey, en lugar de leer el evangelio hemos puesto la mirada en lo que sucede en los palacios

Otras veces, con el pretexto de que Jesús es el rey del universo, hemos intentado someter una buena parte de nuestro mundo a nuestros caprichos, o a nuestros

El culto que rendimos a Jesús es un culto triunfalista y por ello nos esforzamos por celebraciones que resalten esta imagen de rey, tan distante de lo que fue Jesús

 

El primer libro de Samuel cuenta que la gente pide al profeta: Danos, un rey para que nos juzgue, como todos los pueblos».

La función principal del rey era administrar una verdadera justicia en favor de los más indefensos, único medio para asegurar el bienestar de todos dentro de la comunidad.

Debía ser, ante todo, un esfuerzo de ayuda en favor del débil, un volcarse en bien de los más necesitados.

El salmista, hablando del rey ideal, dice así: «Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador».  La sensibilidad o preocupación por la justicia social constituía, la piedra de toque del verdadero rey.

La primera lectura de hoy nos presenta David como el modelo del verdadero rey y lo confronta con la actuación de Saúl y del mismo Salomón

David es el rey que hace alianza con los jefes de las tribus, el que conduce y es pastor de Israel

El evangelio nos presenta a Jesús  en la cruz, por haber pasado su vida defendiendo la causa de los indefensos, de los oficialmente pecadores, de los habitantes de la periferia de la vida.

Jesús es objeto de burla por parte del pueblo, de las autoridades judías y aún de parte de uno de sus compañeros de patíbulo.

En la cruz Jesús muestra la misericordia llevada hasta el extremo y fortalece la esperanza de un criminal arrepentido.

La segunda lectura de hoy nos dice que en Jesús, Dios quiso reconciliar todas las cosas.

Jesús es el que gobierna entregando la vida por los débiles y marginados, por las víctimas. Jesús es el que hace alianza con los demás para que el pueblo tenga alimentación, salud y justicia social para todos.

Jesús es el que fortalece la esperanza; el que es instrumento de reconciliación.

 

Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros trabajar por la vida de los débiles y marginados: Madres solteras, drogadictos, alcohólicos etc., por las víctimas de la violencia y el crimen organizado.

Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros hacer alianza con otros para que todos en nuestro pueblo tengamos  alimentación, salud y justicia social.

 Seguir a Jesús nuestro rey, hoy, significa para nosotros ser instrumento de reconciliación y gente que fortalece la esperanza.

CCR

Noviembre 23/2013

 

1 comentario:

  1. Gracias Padre Cosme, por siempre colaborar con sus palabras y acciones a la construcción del Reino! Del reino que se vive aquí y ahora, entre nosotr@s. Un abrazo

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