Prepararnos a la Navidad
Practicando la oración
Junto con la justicia y solidaridad
En
la sociedad en que vivimos, hemos comenzado a prepararnos para la Navidad; sin
embargo lo que más se nota es el adorno
externo sobre todo en las tiendas y en los edificios religiosos.
En
familia y en las empresas organizamos convivencias en las que abunda la comida
y obviamente la bebida, pero hay poca preocupación por los hermanos
desempleados o enfermos.
En
lo religioso, aunque se han perdido mucho las tradiciones de los mayores, hay
personas que hacen la Novena de Navidad, pero con poca referencia a los niños
pobres y a la práctica de la solidaridad.
El
texto de Isaías que leemos hoy, aunque está colocado en la parte del Primer
Isaías, recibió el toque final de los redactores del tercer Isaías, que dieron
al libro la forma actual.
Al
contemplar la ciudad de Jerusalén tan devastada después de la destrucción y el
cautiverio y la ardua tarea de la reconstrucción,
el profeta anuncia el futuro de la
ciudad y del pueblo.
Isaías
ve a la ciudad elevada y centro al que confluyen todas las naciones: Centro
desde el que Dios instruye a todos los pueblos.
El
mesías prometido saldrá de la ciudad (Sión) y será árbitro de las naciones y
juez de pueblos numerosos; ellos transformarán sus instrumentos de muerte en
instrumentos de trabajo y de vida.
La
carta a los romanos invita a vivir alerta por la cercanía de nuestra salvación:
Invita a evitar actitudes contrarias al Reino de Dios, injusticia, egoísmo,
mentira, pleitos y a vivir el estilo de vida del Nazareno, lleno de justicia y
misericordia.
En
el evangelio, Jesús, recordando la forma despreocupada en que la gente vivió
acontecimientos importantes del pasado (Noé) invita a prepararnos (el
compartir, la misericordia)
Prepararnos
para la Navidad ha de significar para nosotros organizar nuestras celebraciones,
familiares, sociales y religiosos de modo que destaque la presencia del Dios de
la paz en medio de nosotros.
Nunca debe faltar ese signo,
porque de otro modo nos desviamos
Prepararnos para la Navidad ha de significar
para nuestra práctica religiosa practicar la oración como diálogo profundo con
Dios que nos impulse a transformar la situación de los niños más desamparados.
Prepararnos
para la Navidad ha de significar para nosotros, organizar convivencias, pero tomando
conciencia de los hermanos cercanos que están enfermos o desempleados y darles
muestras efectivas de solidaridad.
Prepararnos
para la Navidad ha de significar para nosotros esforzarnos por combatir en
nuestras propias familias la injusticia, la mentira, el egoísmo, los pleitos.
Prepararnos
para la Navidad ha de significar para nosotros estar atentos al acontecer de
nuestro mundo para descubrir en él, lo que Dios nos pide hoy.
Noviembre
30/203
Cosme
Carlos Ríos
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