A
los cristianos de hoy nos resulta muy difícil entender a Jesús como rey en
primer lugar porque hoy en día son muy pocos los reyes y no son muy conocidos.
En
segundo lugar porque la Iglesia representante oficial del Señor Jesús tiene la
apariencia de una institución poderosa y rica y porque los grandes jefes de la
Iglesia tienen un gran parecido con los jefes de estado.
Difícil
ver en esa institución la imagen de Jesús que es proclamado rey por el pueblo y
que monta un asno, animal de yugo,
Volvemos a leer el
libro de Daniel que quiere fortalecer en la esperanza a los judíos perseguidos
por el Rey Antíoco IV Epífanes por practicar
la religión judía.
El uso de la expresión "Hijo de
hombre", significa simplemente "hombre" o "ser
humano". Pero en este contexto la expresión adquiere un nuevo sentido.
Así como los cuatro animales, mencionados en los
versos anteriores representan a los reinos paganos, así también la figura de
este "Hijo de hombre" parece ser la personificación del pueblo de
"los Santos del Altísimo" es decir, de los israelitas fieles al
Señor.
A ellos, Dios les hará justicia después de las
tribulaciones padecidas y los hará entrar en posesión de su Reino. El mensaje esperanzador de este juicio es el
desmoronamiento de todo poder y potencia enemigos de Dios y el triunfo
definitivo del proyecto divino y de sus fieles adoradores.
En el evangelio de hoy Pilato quiere enterarse en
forma directa sobre la persona de Jesús y lo interroga a lo que Jesús responde:
Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he
nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de
la verdad, escucha mi voz".
Cuando Jesús afirma que su Reino no es de este
mundo, estrictamente debe entenderse que su Reino no tiene su origen en este
mundo porque “Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían
combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de
aquí".
Para entender el Reinado de Jesús basta seguir
sus pasos a lo largo del su ministerio. Comienza por la periferia del país y su
mensaje es “La Buena Nueva” e invita a cambiar de vida y de corazón.
Los que se benefician de su actuación son todo
tipo de personas marginadas, por lo que las actitudes fundamentales de Jesús
Rey son la compasión y la misericordia, totalmente distintas del poder, la majestad
y la riqueza. El es el rey del amor, del servicio, de la justicia y de la paz.
Reconocer y aclamar a Jesús como Rey significa
para nosotros un esfuerzo por llevar, con hechos y palabras la Buena de Jesús a
las personas que viven más distantes.
Reconocer y aclamar a Jesús como Rey significa
para nosotros vivir la compasión y la misericordia para con todos los
marginados y evitar a toda costa el poder, la majestad y la riqueza.
Reconocer y aclamar a Jesús como Rey significa
para nosotros un permanente esfuerzo por vivir el amor, la justicia, la paz y
la verdad
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