30 de marzo de 2013


Pascua: Nueva vida

En esta noche, los templos se llenan de personas, pero la mayoría de ellas acude por obtener el agua bendita, que en la práctica se considera como un talismán y poco se relaciona con la nueva vida del cristiano.

 

La lectura del libro del Génesis que hacemos hoy tiene el estilo de un escrito sacerdotal con una marcada influencia de los babilonios.

La creación, lo nuevo, es toda ella obra de Dios que ha confiado al hombre como administrador y no como dueño. Al hombre corresponde el respeto y desarrollo de la obra que Dios le ha confiado.

 

El paso del mar Rojo es una de las tradiciones más antiguas de Israel: señala cómo, en respuesta y colaboración con Dios, ellos pudieron pasar de la tierra del faraón al a tierra prometida

En Egipto había enormes desigualdades, había trabajos forzados y se les quitaba gran parte del fruto de su trabajo.

En la tierra de la igualdad, sin tributos ni trabajos forzados, ellos formarán una nueva sociedad, comenzarán a ser el pueblo de Dios.

 

La lectura de Ezequiel corresponde a la época del exilio en la que los habitantes de Judá se encuentran dispersos en campamentos en torno a los canales de Babilonia y tienen el corazón lleno de amargura y desesperanza.

El profeta, en nombre de Dios, les promete un cambio de situación, una vida nueva, para ello los purificará, los reunirá y les cambiará el corazón de piedra para que vuelvan a ser nuevamente pueblo de Dios.

 

La carta de Pablo a los romanos nos recuerda que por el bautismo hemos sido sepultados en la muerte de Cristo para que con él tengamos una vida nueva.

 

En el evangelio, Lucas nos refiere que en la madrugada del primer día después del sábado, las mujeres fueron al sepulcro llevando perfumes para ungir el cuerpo de Jesús.

Encuentran removida la piedra que cubría el sepulcro, pero no encuentran el cuerpo de Jesús. Se les presentan dos varones resplandecientes y ellas se llenan de miedo.

Les indican que no busquen entre los muertos al que está vivo y les declaran que ha resucitado. Ellas regresan del sepulcro y proclaman la Buena Noticia de la Resurrección.

 

La Pascua  es la fiesta de nuestro bautismo: el agua significa que nos purificamos de nuestra vida de egoísmos, ambiciones, competencias, para vivir la nueva vida e Jesús, vida de alegría, de amor misericordioso, de servicio.

 

La vida nueva de nosotros como bautizados se ha de mostrar en nuestra actitud de poner a Jesús como centro de la vida y el esfuerzo permanente por la unidad en nuestra comunidad cristiana.

La vida nueva de nosotros como bautizados se ha de mostrar en un cambio interior en un deseo profundo de vivir como hijos de Dios y como verdaderos hermanos de los demás.

La vida nueva de nosotros como bautizados se ha de mostrar en nuestra actitud de amor, tolerancia y comprensión hacia los demás.

La vida nueva de nosotros como bautizados se ha de mostrar en nuestra actitud de respeto para con la naturaleza y defensa de toda la creación.

La vida nueva de nosotros como bautizados se ha de mostrar en nuestra actitud de defensa de la libertad,  de la dignidad, de los derechos de toda persona

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