VER
LAS SEÑALES
DE
LO NUEVO
QUE
DIOS ESTÁ REALIZANDO
Como
Parroquia, como Iglesia de Jesús, no hemos logrado tener una buena organización:
tenemos mucha altanería y luchas de poder, nos falta unidad en la vida y en la
acción.
Muchos
de nosotros culpamos a los demás y no aceptamos la responsabilidad que cada uno
tenemos.
Todos
queremos sobresalir, todos queremos mandar, no aceptamos el valor que tienen
los demás, ni colaborar con ellos, ni mucho menos depender de ellos.
Nos
falta descubrir y valorar el aporte que dan los demás para enriquecernos con
ellos. Nos falta descubrir nuestros propios valores y lo que nosotros tenemos
que corregir y estar dispuestos a cambiar.
Nos
falta entender que la organización consiste en actuar poniendo en común los
valores diferentes que cada uno tenemos, encontrando la manera de ponerlos en
común de manera que se logre el mayor provecho para todos.
Dios
nos invita hoy, a descubrir las señales de la nueva organización que él quiere
realizar en medio de nosotros.
Los
años entre el 587 y el 530 a. C. fueron una durísima prueba para los habitantes
de Judá, sobre todo los notables pues perdieron el trono de David, la ciudad y
el templo de Jerusalén fueron arrasados por el ejército de los babilonios.
Llevados
cautivos a Babilonia, viven dispersos en campamentos y los que fueran
dirigentes del pueblo, ahora tienen que trabajar tierras poco productivas para
obtener el sustento diario.
No
tienen dirigentes, pues al desaparecer el templo y la ciudad, desapareció
el poder de los reyes y de los
sacerdotes, tampoco cuentan con la protección dl ejército ya derrotado. El
desaliento es bastante grande
En
medio del desaliento que viven los habitantes de Judá, aparece un profeta al
que se suele llamar 2º. Isaías que abre los ojos al pueblo, para que descubran
las señales de que Dios está presente y actuando en medio de ellos.
Retomando
la memoria del éxodo invita al pueblo a darse cuenta de que Dios no se quedó en
el pasado, sino que está realizando algo nuevo.
Invita
al pueblo a descubrir las señales de que Dios está abriendo un camino para
volver a la tierra de sus mayores.
En
el evangelio de hoy los maestros de la ley y los fariseos llevan ante Jesús a
una mujer sorprendida en adulterio. Jesús muestra lo nuevo que Dios realiza,
tomando partido ante los acusadores y ante la acusada.
Ante
los acusadores que muestran actitudes machistas, prepotentes e inmisericordes,
Jesús los obliga revisar su propia conciencia y su propia conducta antes de
condenar.
Ante
la acusada Jesús muestra la comprensión, la misericordia, la tolerancia y el
perdón.
Para
ver y realizar lo nuevo que Dios quiere realizar en nosotros tenemos que
entender que la comunidad de discípulos de Jesús es una comunidad de hermanos
en torno a Jesús
Es
una comunidad que escucha, medita y difunde la palabra de Dios, una comunidad
que celebra la acción salvadora de Dios en la vida y en la historia y una
comunidad que vive para el servicio y la solidaridad.
Realizaremos
lo nuevo que Dios quiere de nosotros en la medida en que primero revisemos lo
que cada uno tengamos que cambiar.
Realizaremos
lo nuevo que Dios quiere de nosotros en la medida en que, como Jesús practiquemos la comprensión, la misericordia,
la tolerancia y el perdón hacia el resto de la comunidad.
Realizaremos
lo nuevo que Dios quiere de nosotros en la medida en que en actuemos poniendo
en común los valores diferentes que cada uno tenemos.
Realizaremos
lo nuevo que Dios quiere de nosotros en la medida en que pongamos como centro
de nuestra vida a Jesús de Nazaret, su palabra, sus actitudes y su proyecto del
reinado de Dios.
Realizaremos
lo nuevo que Dios quiere de nosotros en la medida en que en trabajemos por el
bien de todos, dejando a un lado nuestras luchas de poder y tengamos la actitud
fundamental de servir.
Elevemos a Dios nuestras
plegarias para que el Papa Francisco haga su mejor esfuerzo por construir esto
nuevo que Dios está realizando
CCR
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