1 de agosto de 2015

Salir del sistema que produce hambre y esclavitud

No hay hambre en el mundo porque falten alimentos, sino  porque unos cuantos poderosos se quedan con el alimento que toca a los demás.

Las tradiciones del Éxodo fueron reinterpretadas durante el destierro en Babilonia y sirvieron para dar esperanza a los desterrados para continuar en la lucha por el retorno a la tierra.
El tema central que da sentido al Primer Testamento es el Éxodo; aquí nos recuerda cómo el desierto es la carencia de todo.
A toda persona nos llega de vez en cuando nuestro desierto: la situación crítica en la que parece que no se encuentran soluciones para sobrevivir a tan crítica situación.
Al sentir el rigor del desierto, los israelitas protestan en contra del proyecto de liberación que Dios les ha propuesto por medio de Moisés
El pan que se da  a los israelitas tiene como finalidad mostrar que, con la ayuda de Dios, es posible pasar de la situación de esclavitud a la libertad, sin tributo y sin trabajos forzados
La meta del primer éxodo fue la tierra de Canaán, la tierra prometida; ahora toda la tierra se convierte en tierra prometida.
Está allí donde hay un grupo que ha comprendido el mensaje de Jesús, ha confiado en su palabra, ha descubierto que ese mensaje es el más valioso de todos los tesoros y se ha puesto en marcha, camino de la libertad.
La misión de Jesús incluye la realización de un nuevo éxodo, de un nuevo proceso de liberación abierto esta vez a todos los que estén faltos de libertad.
La mayor de las esclavitudes -¡vigente todavía en nuestro mundo!- es el hambre. Por eso el episodio de hoy,  sirve como modelo del proceso de liberación que promueve Jesús.
La tierra de esclavitud son las ciudades y aldeas de las que procede la gente; allí rige la ley de lo mío y lo tuyo; y siempre hay alguien a quien le pertenece lo que a otros les falta.
Allí, quien no puede comprar tiene que pasar hambre o, lo que es peor, tiene que renunciar a su libertad y a su dignidad para conseguir lo mínimo necesario para seguir viviendo.
También allí hay una religión que distrae la atención de los pobres y los mantiene quietos mediante el miedo al castigo divino, olvidándose de sus orígenes: la formidable intervención liberadora del Señor en favor de aquel puñado de esclavos.
Salir de esa tierra de esclavos, romper con ese sistema social y religioso es dar comienzo al nuevo éxodo, es emprender de nuevo el camino hacia la libertad, ahora definitiva.

Seguir a Jesús hoy significa romper con el sistema imperante: Romper con el egoísmo, romper con el individualismo, romper con el pensar sólo en mi propia libertad.
Seguir a Jesús hoy significa vencer los riesgos del desierto: fortalecer la esperanza, mediante la unidad, la colaboración y la organización igualitaria
 Seguir a Jesús hoy significa luchar contra el hambre y los hambreadores y construir un nuevo sistema de compartir y de igualdad
Feliz día de las secretarias

Cosme Carlos Ríos
Agosto 01 del 2015



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