Salir
del sistema que produce hambre y esclavitud
No hay hambre en el mundo porque falten
alimentos, sino porque unos cuantos
poderosos se quedan con el alimento que toca a los demás.
Las tradiciones del Éxodo fueron
reinterpretadas durante el destierro en Babilonia y sirvieron para dar
esperanza a los desterrados para continuar en la lucha por el retorno a la
tierra.
El tema central que da sentido al
Primer Testamento es el Éxodo; aquí nos recuerda cómo el desierto es la
carencia de todo.
A toda persona nos llega de vez en cuando
nuestro desierto: la situación crítica en la que parece que no se encuentran
soluciones para sobrevivir a tan crítica situación.
Al sentir el rigor del desierto, los
israelitas protestan en contra del proyecto de liberación que Dios les ha
propuesto por medio de Moisés
El pan que se da a los israelitas tiene como finalidad mostrar
que, con la ayuda de Dios, es posible pasar de la situación de esclavitud a la
libertad, sin tributo y sin trabajos forzados
La meta del primer éxodo fue la tierra
de Canaán, la tierra prometida; ahora toda la tierra se convierte en tierra
prometida.
Está allí donde hay un grupo que ha
comprendido el mensaje de Jesús, ha confiado en su palabra, ha descubierto que
ese mensaje es el más valioso de todos los tesoros y se ha puesto en marcha,
camino de la libertad.
La misión de Jesús incluye la
realización de un nuevo éxodo, de un nuevo proceso de liberación abierto esta
vez a todos los que estén faltos de libertad.
La mayor de las esclavitudes -¡vigente
todavía en nuestro mundo!- es el hambre. Por eso el episodio de hoy, sirve como modelo del proceso de liberación
que promueve Jesús.
La tierra de esclavitud son las
ciudades y aldeas de las que procede la gente; allí rige la ley de lo mío y lo
tuyo; y siempre hay alguien a quien le pertenece lo que a otros les falta.
Allí, quien no puede comprar tiene
que pasar hambre o, lo que es peor, tiene que renunciar a su libertad y a su
dignidad para conseguir lo mínimo necesario para seguir viviendo.
También allí hay una religión que
distrae la atención de los pobres y los mantiene quietos mediante el miedo al
castigo divino, olvidándose de sus orígenes: la formidable intervención
liberadora del Señor en favor de aquel puñado de esclavos.
Salir de esa tierra de esclavos, romper
con ese sistema social y religioso es dar comienzo al nuevo éxodo, es emprender
de nuevo el camino hacia la libertad, ahora definitiva.
Seguir a Jesús hoy significa romper con
el sistema imperante: Romper con el egoísmo, romper con el individualismo,
romper con el pensar sólo en mi propia libertad.
Seguir a Jesús hoy significa vencer los
riesgos del desierto: fortalecer la esperanza, mediante la unidad, la
colaboración y la organización igualitaria
Seguir a Jesús hoy significa luchar contra el
hambre y los hambreadores y construir un nuevo sistema de compartir y de
igualdad
Feliz día de las secretarias
Cosme Carlos Ríos
Agosto 01 del 2015
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