29 de agosto de 2015

Exigencia fundamental del Evangelio:
El reino, la vida, la Justicia
Primero  de setiembre Jornada Mundial de la Oración por el Cuidado de la Creación
Es una tentación permanente  el considerar que lo esencial de una religión está en el cumplimiento de formalidades rituales, y no en la asunción de sus principios vitales.
Entre nosotros, se invoca demasiado la autoridad de la tradición, y se olvida, el valor del corazón.
Nos preocupa mucho hacer lo que siempre se ha hecho, sin pararnos a averiguar si eso es lo que conviene al hombre

El libro del Deuteronomio del que tomamos hoy la primera lectura  propone como religión una serie de principios éticos orientados a crear lazos de solidaridad, equidad y justicia.
En tiempos de Jesús, la pureza abarcaba toda la vida la religiosa de los judíos, en especial la de los fariseos.
Los fariseos aumentaron las prescripciones en torno a la pureza apoyán­dose en tradiciones que, según ellos, tenían el mismo valor que los escritos bíblicos.
Los discípulos de Jesús ya se habían liberado de la escla­vitud de las leyes y de las tradiciones religiosas.
Ahora, los fariseos, reforzados por la presen­cia de los letrados de Jerusalén, vuelven a atacar a Jesús sin perder ninguna oportunidad para desprestigiarlo.
En esta ocasión, se muestran inquietos porque los discípulos de Jesús comen el pan sin lavarse las manos; pero su preocupación no es una cuestión de higiene, es un asunto de carácter religioso.
Para hacerles frente, Jesús escoge uno de los párrafos de los profetas y lo pone ante ellos como criterio definitivo de su manera de entender las relaciones con Dios: Este pueblo me honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí.
Construir el Reinado de Dios: Anunciar la justicia y vivirla en el día a día constituye la exigencia fundamental del mensaje de Jesús.
Los rituales, las prescripciones, las ceremonias, nos pueden ayudar a continuar por el camino de Dios, pero no pueden sustituirlo.

Valorar, conservar y mejorar la Creación, defender la vida de todo lo creado, tiene que ser para nosotros la mejor forma de dar culto al Creador. Avancemos en los caminos iniciados y busquemos nuevos caminos.
La gloria de Dios es que el ser humano  tenga vida: Valoremos, respetemos y apoyemos a los migrantes que migran en busca de una vida mejor y de seguridad para sus vidas y las de sus familias.
El próximo domingo es el día del migrante.
La Biblia es lámpara para nuestros pasos: Valoremos y utilicemos la Biblia para iluminar la realidad, en la que cada día aparecen nuevos rostros necesitados de compasión.
Septiembre es el mes de la Biblia.



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