No excluir a nadie por impuro.
Los cristianos
excluímos del culto y sobre todo de la participación en la Cena del Señor a los
que viven en unión libre, a los que están casados sólo por el civil y a los que
han formado un nuevo hogar (Casados vueltos a casar, cuando aún vive la primer
pareja).
Ponemos
demasiados requisitos para que las personas puedan ser padrinos en la
administración de los Sacramentos, insistimos más en la pureza que en una vida
según el Evangelio
Excluímos de nuestro
trato a los alcohólicos, drogadictos, madres solteras y a las personas con otra
preferencia sexual.
Muchas veces,
en nuestras plegarias, pretendemos que Dios haga lo que nosotros queremos, sin
que nos cueste y sin estar dispuestos a realizar lo que Dios quiere
El judaísmo
(la religión judía organizada), nace durante el exilio en Babilonia: Los judíos
buscan en esto una manera de mantenerse puros, separados de los demás pueblos.
Insisten por
lo tanto en lo que los distingue de los demás: La práctica de la circuncisión,
la observancia estricta del sábado y una larga lista de leyes de pureza
Por la misma época
se termina de escribir el 1er. libro de los Reyes que forma parte de toda una
obra redactada por los teólogos deuteronomistas, favorables a la dinastía de
David.
El pasaje de
hoy nos habla de la oración de Salomón en la dedicación del templo, en la que,
contrario al espíritu excluyente del judaísmo, el rey pide a Yahvé que escuche
la oración de todos los extranjeros que acudan al templo.
El evangelio
de Lucas nos refiere que un centurión romano está muy preocupado por la salud
de uno de sus sirvientes al que apreciaba mucho y estaba a punto de morir.
El centurión,
respetando la ley judía excluyente, le manda a Jesús una delegación de gente
notable para que le supliquen la curación del sirviente.
Los delegados
hablan a Jesús de manera favorable sobre aquel hombre por lo que decide ponerse
en camino.
Estando cerca
de la casa, el centurión le manda decir que no es digno de que Jesús vaya a su
casa, pero que basta con que Jesús mande a la enfermedad y ella le obedecerá.
Jesús admira a
aquel hombre y declara que ni en Israel ha encontrado una fe tan grande.
El centurión
se muestra creyente por su confianza en Jesús, pero esta fe se manifiesta en el
respeto que tiene para la religión judía, aceptándose como indigno.
Más aún la fe
del centurión se muestra en la expresión de los delegados: “Ama a nuestro pueblo y nos ha construido la
sinagoga”
La fe del
centurión se manifiesta en la compasión que tiene, no por uno de sus oficiales,
hombres de rango, sino por uno de sus sirvientes que sufre.
No excluir
como impuros en la participación en el culto ha de significar para nosotros, no
hacer énfasis en las normas y costumbres de pureza que excluyen a las personas
del culto y de modo particular de la Cena del Señor
No excluir
como impuros ha de significar para nosotros no hacer énfasis en las normas y
costumbres de pureza que impiden ser padrinos de algún Sacramento e insistir
más en la importancia de una vida según el Evangelio.
No excluir
como impuros tiene que significar para nosotros no rehuir el trato con
alcohólicos, drogadictos, madres solteras y personas con otra preferencia
sexual.
Tener una fe
auténtica tiene que significar para nosotros una confianza total en Dios, pero
haciéndonos responsables de lo que nos toca a nosotros y dispuestos siempre a hacer lo que Dios
quiere.
CCR
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