4 de enero de 2013


Dios para todos

Salvación para todos.

 

Nos quejamos de que hay mucha ignorancia religiosa, de que pocas personas asisten a la Celebración dominical y muy pocos quieren participar en los grupos y en las actividades de la Iglesia.

Nos quejamos de que los papás de los niños del Catecismo no asisten a Misa, ni a las reuniones de papás,

¿No será quizás que la práctica pastoral de nuestra Iglesia está orientada sólo a mantener la situación? y,  pocos cristianos tienen conciencia de que la Iglesia ha recibido  la misión de llevar la Salvación a todos la seres humanos.

 

Sería bueno que pudiéramos entender nuestra misión a la luz de los textos bíblicos de esta fiesta-

El capítulo 60 de Isaías corresponde a un autor que escribió después de que los judíos regresaron del exilio en Babilonia. Ellos encuentran en ruinas sus casas, las murallas de la ciudad y el mismo templo.

No ven cumplidas las promesas que el Segundo Isaías hiciera en Babilonia, y los que regresaron se dedican a reconstruir sus casas y las murallas de la  ciudad, y dejan para otro momento la misión de reconstruir el Templo.

Para animar al pueblo en la tarea de reconstrucción del templo, el profeta invita a la alegría, muestra la gloria de Jerusalén y del templo, que tendrá la misión de ser casa de oración para todas las naciones. Insiste en la imagen de la luz.

 

La ocasión de composición del  poema que recitamos en el salmo de hoy es la entronización de algún rey. El poeta desea al nuevo soberano los mejores augurios-

El salmo es sólo indirectamente mesiánico, en cuanto que el poeta ve en el nuevo rey entronizado, el eslabón que lleva hacia la culminación de la dinastía davídica en la persona del Mesías.

 

Un discípulo de Pablo da a conocer el gran misterio que Dios no había revelado antes y que ahora se da a conocer por medio de los Apóstoles y profetas por el Espíritu: “Por medio de la Buena Noticia, los paganos comparten la herencia y las promesas de Cristo Jesús, y son miembros del mismo cuerpo.

El proyecto de Dios es salvación para toda la humanidad.

 

Por medio del símbolo de la estrella que brilla y que guía, Dios manifiesta a la humanidad entera, representada en los magos de Oriente, el nacimiento del Salvador.

 

Para que, nosotros recibamos la salvación que Dios ofrece a todos, es importante que, como los Magos, estemos atentos a las señales que Dios nos va manifestando en la vida diaria.

Es importante que nos pongamos en camino de búsqueda, en el estudio y meditación de las Escrituras.

Es importante que el Encuentro con el Salvador nos impulse para que llevar la luz de la Salvación a todos.

Para que seamos luz de Jesucristo,  conviene que, además del templo, en distintas formas, hagamos actividades que animan, que dan consuelo y esperanza a los que no vienen a nuestro templo.

La lucha por la justicia, la vivencia de la solidaridad con los que más lo necesitan, serán la mejor manera de manifestar la salvación de Jesús a todos los que pasan por nuestra vida.
Publicó CCR

 

 

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