18 de enero de 2013


 

Bodas de Caná: Nueva Alianza

Compromiso el Reinado de Dios

Muchos creyentes entendemos la vida cristiana como la observancia de una serie de normas.

Pocos entienden la vida cristiana como un seguimiento de Jesucristo y con su misión de anunciar y hacer presente el Reinado de Dios; construir un mundo de hermanos donde brille el amor, la justicia, la paz y la verdad.

 

El tema central de toda la Escritura es la alianza de Dios con su pueblo para realizar con él su proyecto: La Antigua alianza sellada en el Sinaí por medio de Moisés y la Alianza Nueva sellada por Dios a través de Jesús de Nazaret.

La primera tenía como finalidad construir un pueblo libre, sin esclavitud, un pueblo de iguales un pueblo con justicia. Esta Alianza insistió en ritos y prácticas externas

La nueva alianza tiene como objetivo establecer el Reinado de Dios: Con Jesús construir un mundo de hermanos, un mundo de amor, de justicia de paz y de verdad

 

La primer lectura de hoy, tomada del tercer Isaías remarca que aunque el pueblo se haya sentido abandonado por Dios como mujer abandonada por su marido, Dios le dará un nombre nuevo y en vez de Abandonada recibirá el nombre de «Mi Complacencia», y «Desposada».

A través del pueblo Dios seguirá realizando su proyecto de libertad, de justicia e igualdad.

 

Leer el evangelio de Juan como si se tratara de una simple y llana historieta de unas bodas, resultaría una lectura fácil y cómoda, pero sería profundamente carente de veracidad.

El milagro de las bodas en Caná de Galilea tiene que ser entendido en la perspectiva de Reinado de Dios, de nueva Alianza

El lenguaje es simbólico: A través de toda la historia de la salvación la boda es símbolo de alianza, muy en particular de la Alianza de Dios con su pueblo.

Las tinajas de piedra y sin contenido representan la religión mosaica antes de la intervención de Jesús:  endurecida y vacía  que sólo sirve para lograr una pureza exterior.

El banquete, en el que hay abundancia de comida y de bebida, comida y bebida de alta calidad, donde hay ambiente festivo y convivencia, expresa la abundancia de vida y por lo mismo la abundancia de los dones de Dios.

En este caso, el banquete, símbolo de la antigua alianza está por fracasar, al faltar el vino símbolo de la alegría y de convivencia.

La presencia de María y de Jesús viene a traer el vino nuevo, símbolo del Reino de Dios, reino de fraternidad, de alegría y solidaridad

 

Ahí donde se está perdiendo la alegría, la fraternidad y la solidaridad, los discípulos de Jesús somos llamados a aportar el vino nuevo que hace renacer la alegría de vivir, y la solidaridad.

Ahí donde los hermanos se cansan en la lucha por un salario digno para los obreros, los discípulos de Jesús, somos llamados a aportar el vino nuevo que promueve el entusiasmo y la organización.

Ahí donde la violencia y la inseguridad pública han detenido el servicio a los migrantes, los discípulos de Jesús somos llamados a aportar el vino nuevo que aporta la justicia y el respeto a la dignidad de los extranjeros.

Ahí donde el cansancio ha bajado el esfuerzo por defender a los que luchan por la paz, los discípulos de Jesús somos llamados a aportar el vino nuevo que impulsa a valorar la dignidad de cada persona.

Ahí donde los hermanos convierten la vida cristiana sólo  en una serie de prácticas religiosas, los discípulos de Jesús estamos llamados a aportar el vino nuevo del Reino que significa vida y vida en abundancia para todos, más allá de los ritos y prácticas tradicionales.

Con Jesús aportemos el bien nuevo del amor, de la justicia, de la verdad, de la solidaridad y de la paz

18 al 25 de Enero: Jornada de oración por la unidad de los cristianos.

30 de Enero aniversario de la muerte de Mahondas Gandhi: día de la no violencia y la paz

CCR.

 

 

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