Dios
para todos, Iglesia para todos, servicios para todos
En
la predicación y en las celebraciones de nuestras comunidades se prestan
servicios a las personas que se acercan, pero, poco hacemos por acercar nuestras
catequesis y nuestras celebraciones a las personas alejadas.
Con
esto, sin proponérnoslo, presentamos a un Dios distante que sólo vela por los
que se acercan a Él
La
lectura del primer libro de los reyes nos presenta la oración de Salomón en la
dedicación del templo. La
apertura universalista que aparece refleja más la mentalidad del redactor final
del libro que la del propio Salomón
Es probable que haya sido escrito después de
haber vivido el destierro en Babilonia en la época del tercer Isaías que se
pone de relieve en el tema de Jerusalén y del templo como centro de todos los
pueblos de la tierra.
A pesar
de todo el nacionalismo que se vivió en esta época posterior al exilio, la
oración de Salomón recalca que Dios y el Templo están abiertos también a los
extranjeros.
Pero conviene notar
que se trata todavía de un universalismo matizado, pues Jerusalén sigue
teniendo una preeminencia que coloca a los demás pueblos en situación de
inferioridad.
El texto del
Evangelio que leemos hoy tiene algunos elementos teológicos muy significativos,
en sentido incluyente. Nos encontramos ante una escena que sucede en Cafarnaúm,
poblado de Galilea.
Esto es muy importante
por el rol que tiene Galilea en los evangelios. Se trata de una tierra judía,
pero de judíos de, podríamos decirlo así, “segunda categoría”.
Es una zona
comercial, muy dada al intercambio, y mucho menos rigurosa que Judea con las exigencias
religiosas y, por lo mismo, despreciada por los habitantes de la
capital, Jerusalén.
Sin embargo gran
parte del mensaje de Jesús se desarrolla en esa zona geográfica, lo cual, no es
casualidad, sino una clara opción personal del Señor por los mal vistos, por
los insignificantes.
Llama especialmente la
atención si tomamos en cuenta que el
mismo Jesús es un Galileo: Dios mismo se encarna entre los de menor rango,
“haciéndose uno de tantos”.
Esto vale de modo
especial en este caso, tomando en cuenta que el personaje central de este
relato no solo está en Galilea, sino que, es un pagano: un oficial de la
Roma que esclaviza al pueblo judío.
De ahí la enseñanza
del pasaje, es precisamente que este
pagano que habita un pueblo de insignificantes es quien dará señales de una fe que asombra al mismo Jesús.
Lo primero, el
centurión no pide para sí, sino para un siervo. Este habitante de la “Galilea
de los paganos” pide por uno que está aún más proscrito que él: un subordinado
y un enfermo.
Por el obrar de este
pagano, Jesús puede decir de él que ha
tenido más fe que un israelita.
El pagano y proscrito
servidor de los opresores romanos ha ido a buscar a Jesús para salvar a su
siervo:
se ha hecho servidor de su siervo y ha roto con los prejuicios para acercarse
con humildad a un judío que, que sabe que puede ayudar a su empleado.
No solo eso, sino que
confía tanto en su poder que no requiere, siquiera, que entre a su casa, porque
está seguro de que sus palabras bastan para sanar.
Para ser congruentes
con la práctica de Jesús y con la oración de Salomón es conveniente, que además
de nuestros lugares ordinarios de culto abramos centros de Catecismo y círculos
bíblicos en lugares distintos del templo.
Para ser congruentes
con la práctica de Jesús y con la oración de Salomón es conveniente que
promovamos y favorezcamos la Religiosidad popular fuera del templo: Rosarios,
novenarios que tomen en cuenta las necesidades de los vecinos.
Para ser congruentes
con la práctica de Jesús y con la oración de Salomón es conveniente acercarnos
a las personas de fuera del templo con Misas de barrio para acompañar
fortalecer la fé de los creyentes y para ayudarlos a organizarse
comunitariamente.
Para ser congruentes
con la práctica de Jesús y con la oración de Salomón es conveniente que hagamos
visitas a los distintos sectores de la comunidad para conocer sus necesidades y
buscar la forma de apoyarlos entre todos
Para ser congruentes
con Jesús es necesario que quitemos todo tipo de prejuicios por motivos de
sexo, raza o religión y que adoptemos actitudes incluyentes.
Cosme Carlos Ríos
Mayo 28 del 2016
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