24 de enero de 2015

Seguir a Jesús

Es común que los creyentes hablemos de espiritualidad y la vivamos por medio de una serie de prácticas religiosas, sin que ellas tengan una relación expresa con el seguimiento de Jesucristo.
No es frecuente que los cristianos nos distingamos por las obras de misericordia más bien algunos cristianos se distinguen por su austeridad y su vida de oración.

Los biblistas actuales sostienen que el libro de Jonás no es un libro profético ni histórico, sino una novela con mensaje.
El libro de Jonás fue compuesto después de que los israelitas regresaron del exilio en Babilonia. Es un libro de protesta, pues en esa época se asentó el judaísmo.
El judaísmo es una visión religiosa que considera que los judíos son el pueblo elegido, privilegiado por Dios y por ello ignoran y desprecian a los otros pueblos.
En un primer momento el libro presenta a Jonás (que piensa como el resto de los judíos) poniendo resistencia a la orden de Dios.
Después de una dura experiencia, Jonás va a Nínive y arduamente predica el mensaje recibido y obtiene la conversión de los ninivitas, expresada en el ayuno y los signos de arrepentimiento.
Marcos nos presenta el inicio del ministerio de Jesús; hace notar que comienza después de que Juan fue arrestado y señala como lugar de inicio: la Galilea.
Jesús presenta su propuesta como una Buena Noticia: La cercanía del Reinado de Dios y pide como respuesta un cambio de vida: la conversión.
Jesús tiene conciencia de que él solo no puede realizar la obra y por ello comienza a  buscar colaboradores. Invita a que ellos lo sigan.
Los que siguieron a Jesús formaron un equipo en el que se hacía la experiencia de fraternidad, se compartía, se escuchaban las enseñanzas de Jesús y colaboraban con él en su Buena Noticia.

Seguir a Jesús hoy significa:
v Formar parte de su equipo, hacer la experiencia de su modo de vida,
v Escuchar las enseñanzas del Maestro
v Vivir la fraternidad: compartir
v Anunciar su proyecto como Buena Noticia
v Con hechos y palabras trabajar para que las situaciones que deshumanizan se conviertan en situaciones humanas
Seguir a Jesús hoy implica un profundo conocimiento de su persona, de su palabra y de su proyecto: un esfuerzo permanente por encontrarlo en la Escritura, en la Eucaristía y en los pobres.
Seguir a Jesús hoy implica también tomar conciencia de las situaciones que deshumanizan y denunciarlas haciendo propuestas de cambio.
Seguir a Jesús implica hacer equipo con otros para analizar la realidad que deshumaniza, para iluminarla con la palabra meditada en la oración y el constante esfuerzo por humanizar.
Seguir a Jesús implica una forma profunda de espiritualidad que pone en el centro a Jesús y desde su conocimiento y amor le da sentido a toda la vida.
Cosme Carlos Ríos
Enero 24 del 2015




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