Llamados
a colaborar en la construcción del Reino
La masacre de los periodistas de un
diario satírico francés ha sido el tema de la prensa en los últimos días; el
atentado se atribuye a un grupo islamista.
Es importante que tomemos conciencia de
que la libertad de prensa termina donde comienzan los derechos de los demás, en
este caso de la religión del Islam. Por ello no hay derecho a burlarse de
ellos.
Por otra parte todo grupo que atenta
contra la vida de las personas, aunque diga hacerlo en nombre de Dios, profesa
una falsa religión.
Estos acontecimientos, al no ser
valorados en su justa dimensión, constituyen una amenaza para la paz mundial,
pues, mal interpretados provocan enfrentamientos entre grupos y pueblos
El libro de Samuel nos presenta la
infancia del joven Samuel en el templo. El niño duerme, pero una voz lo llama.
Creyendo que es la voz de su maestro Elí, se levanta el niño tres veces en la
noche acudiendo a su llamado.
Samuel no conoce aún a Yahvé pero está
dispuesto a acudir al llamado, aun cuando pareciera haberse despertado en vano.
Elí, comprendió que era Yahvé quien llamaba al niño y le enseñó entonces a
crear la disponibilidad a escuchar: “Habla señor, que tu siervo escucha”.
Aquí culminan las tradiciones relativas
al nacimiento y la infancia de Samuel. Con el llamado de Samuel comienza la era
de los profetas de Israel.
Samuel es llamado por Yahvé para
realizar el proyecto de Dios expresado en la Alianza entre Dios y el pueblo:
Luchar por construir una sociedad sin esclavitud, sin tributos ni trabajos
forzados
El salmista en el salmo que hoy
recitamos, en lugar de ofrecer
sacrificios de animales, se pone a disposición de Dios para colaborar con Él en
su proyecto.
El evangelio de Juan nos relata que alrededor
de Juan Bautista se habían reunido muchos que se consideraban sus discípulos.
Pero él había venido sólo a preparar el
camino y a dar testimonio.
Cuando apareció Jesús, Juan reconoce en él al enviado
del Dios liberador y lo señala a sus discípulos, sin intentar mantenerlos
consigo ni un solo momento.
Y los que mejor lo habían entendido se
marchan siguiendo al que acababa de llegar; y empiezan a caminar tras él, en
silencio, como si no se atrevieran a decirle nada.
Es Jesús quien toma la iniciativa y se dirige a ellos y les pregunta qué es lo que
buscan. Ellos hicieron al experiencia de conocerlo y compartir su vida con él
El evangelista, al narrar la escena de
esta manera, nos está indicando algo muy importante: no se trata de aprender
una doctrina, sino de compartir la vida, de conocer directamente el modo de
vivir que Jesús va a proponer a todos los que decidan unirse a su camino.
Por eso la respuesta de Jesús no es un
discurso, sino una invitación a la experiencia: «Vengan y lo verán.» Y lo que
vieron, lo que experimentaron, los llenó de satisfacción, puesto que «aquel
mismo día se quedaron a vivir con él».
Más aún, uno de ellos, Andrés, siente
la necesidad de compartir aquella experiencia y va a buscar a su hermano para llevarlo
a Jesús.
Estos discípulos son llamados a
compartir la vida y el proyecto de Jesús de Nazaret: Con hechos y palabras
construir el Reinado de Dios como Buena noticia para el pueblo.
Los profetas, Jesús de Nazaret, sus
discípulos de ayer, y nosotros hoy, estamos llamados a realizar el proyecto de
Dios en nuestro tiempo y en nuestro lugar.
Por el bautismo Jesús nos ha constituído
miembros de su pueblo, cada uno, llamado
y consagrado para colaborar en su proyecto de libertad y de paz.
Hoy somos llamados a denunciar una
libertad de prensa que ridiculiza a los símbolos importantes de las diferentes
religiones.
Hoy somos llamados a denunciar el
fanatismo de los que usan el nombre de Dios para ocasionar la muerte.
Al iniciar hoy el octavario por la
unión de los cristianos somos llamados a deponer actitudes agresivas frente a
otros grupos religiosos y a tender puentes para que hermanados y
respetuosamente luchemos por la paz y contra los fanatismos intransigentes.
Cosme Carlos Ríos
Enero 18 del 2015
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