4 de abril de 2012

Jueves Santo

Muchas veces cuando celebramos la Cena del Señor, realizamos meramente un acto ritual que poco o nada compromete nuestra vida en el seguimiento de Jesucristo.


Por diferentes motivos, muchas personas son excluídas de participar en la Cena del Señor, de tomar el Cuerpo de Jesús, a pesar de que Jesús hace la invitación “Tomen y coman todos de él”


Los pobres, los desamparados, no están presentes en nuestras celebraciones, ni se resalta la preocupación de Jesús y de nosotros por ellos.


En la vida diaria los sacerdotes formamos una casta de varones privilegiados, con frecuencia, distantes de la vida del pueblo y de sus angustias
Hoy celebramos de modo particular la institución de esta Cena y lo hacemos con gran solemnidad, abundancia de flores y arreglos exteriores con tinte especial.

Celebramos hoy, Jueves Santo, la institución de esa Cena, pero es importante que recuperemos su sentido original: Hablamos de la institución de la Eucaristía, del Ministerio de los Presbíteros y del mandamiento del amor.

Tenemos unas claves para entender el significado que Jesús quiso dar a esto: El contexto en el que se celebra la última Cena y las palabras de Jesús pronunciadas en la Cena.
1. Jesús celebró la pascua judía y esta pascua era conmemorativa de la liberación de la esclavitud en Egipto, y renovaba la Alianza (compromiso) con Dios y con los del pueblo para seguir luchando por conservar una sociedad de libertad y de justicia.
2. Hablamos de la Última Cena y por lo mismo de una más de las cenas de Jesús, que están marcadas por el compartir, compartidas con frecuencia con personas no gratas al sistema, y abiertas a todo tipo de personas sin distinción por motivos de género, religión, condición social o moral.
3. Jesús comió la cena de pascua la noche en que iba a ser entregado, después de su servicio a la causa del Reinado de Dios: De esta manera La Última Cena aparece como el testamento del Jesús
4. En la primera carta a los corintios al dar a beber el cáliz, Jesús dice: “Hagan esto acordándose de mí”
5. El evangelio de San Juan, por su parte nos dice: “Les he dado ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo hice con ustedes”
6. El relato que aparece en la primera carta a los corintios quiere corregir una serie de abusos que se cometían en esa comunidad en el acto de celebrar la Cena del Señor. Estos consistían en:
• Las divisiones existentes al interior de la comunidad
• En el hecho de que unos, pasan hambre, mientras otros están borrachos, y
• El avergonzar a los que no tienen nada

Celebrar el Jueves Santo significa, por tanto, recordar la Muerte y Resurrección de Jesús y comprometernos con Jesús y con todos los que nos decimos sus discípulos, a proseguir la lucha por el Reinado de Dios, por el amor, la verdad, la justicia y la paz.
Significa seguir el ejemplo de Jesús de servir incondicionalmente a los más débiles y desamparados.
Los ministros tenemos que ser personas con profundo amor a Jesucristo, que, con El, y como El, queremos proseguir la causa del Reinado de Dios.
Tenemos que luchar para que nuestra Eucaristías vayan recuperando el significado que Jesús les confirió que siempre refuercen el compromiso de Jesús con los desposeídos.
Tenemos que luchar para que en nuestras Eucaristías se dé realmente la participación de todos y en verdad incluyan a todos.
Diseñemos un proceso para realizar los cambios necesarios ¿Por dónde podremos empezar? ¿Cuáles serán los primeros pasos?
CCR

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