7 de febrero de 2015

Jesús defiende la vida y lucha contra el sufrimiento
Hoy, como ayer, hay muchas personas y grupos religiosos que pretenden imponer por la fuerza su propia manera de ver a Dios y de vivir su fe.
De acuerdo con el Consejo Nacional para la Prevención Contra Accidentes, las principales causas de muerte en México se han mantenido constantes durante el año 2013: Diabetes, Enfermedades del corazón, Enfermedades cerebro vasculares, Cirrosis y otras enfermedades del hígado, Enfermedad pulmonar, Hipertensión, Enfermedades respiratorias, Nefritis y VIH. 
La Organización mundial de la salud, en base a datos del 2014 señala como factores de riesgo el alcohol, el tabaco, la nutrición, el sobrepeso y la obesidad.

En la época en que se redacta el libro de Job está presente la teología de la retribución, que afirma que Dios a los buenos les da bienes y a los malos males. El libro de Job constituye una protesta con esta clase de teología
Hoy el libro de Job nos lo presenta sumido en un gran sufrimiento. Delante de sus amigos desnuda su corazón, su desilusión. Ellos no pueden comprender la queja de su amigo ni acompañarlo plenamente en su dolor.
El grito de Job está presente en la vida diaria de muchos hombres y mujeres en todos los rincones del planeta, que enfrentan una vida de lucha y dificultad.
Job compara su existencia con la vida de un «mercenario»; mercenario es quien vende su lucha, que libra por dinero causas que no son suyas, y se fatiga por empresas que no ama.
Lo importante del libro de Job no son sus «datos históricos»  ni las respuestas de tipo explicativo que quisiera dar sobre el dolor humano sino la sabiduría que encierra en sus reflexiones: Dios no es el autor del mal y del sufrimiento.
Jesús en el evangelio de Marcos entra en la vida de las personas, es uno de ellos en su cotidianidad. Hoy,  acompañamos a Jesús con Simón y Andrés a la casa de Pedro.
Allí se encuentra con una anciana enferma, la suegra de Pedro, Jesús se acerca, la toma de la mano y la levanta.
La fiebre, es símbolo de un mal peligroso para todo el que quiera ser discípulo de Jesús: el fanatismo violento, la convicción de que la fe puede y debe imponerse por la fuerza
Un gesto muy simple como es el acercarse, y tomar de la mano hace el milagro de recuperar a esta mujer, que no sólo recupera su salud, sino su capacidad de servicio.
Al atardecer muchos vinieron a buscarlos, y relata el evangelista que Jesús continuó sanando. La práctica de curación, la lucha contra el mal, es decir, la praxis liberación del ser humano... es la práctica habitual de Jesús.
Con sus hechos y palabras, Jesús presenta a Dios como el autor de la vida y de la salud, por ello a nosotros los creyentes nos corresponde luchar contra todo lo que daña la vida y la salud y trabajar, como Jesús para que haya vida y salud.
Luchar contra el mal, no quedarse de brazos cruzados o ensimismado en los propios asuntos, cuando vivimos en un mundo con las cifras escalofriantes de pobreza, de miseria y de violencia que hoy padecemos, es nuestra misión.

Seguir a Jesús hoy, significa  acercarnos, tender la mano y levantar a todas las víctimas del dolor y del sufrimiento, en especial porque el día 11 se celebra el día mundial del enfermo.
Seguir a Jesús hoy significa luchar contra el fanatismo de muchos de nosotros los católicos, que queremos imponer a otros por la fuerza, la fé que profesamos.
Seguir a Jesús hoy significa luchar contra los factores de riesgo para la salud: la adicción al tabaco y al alcohol y el desorden en el comer que nos lleva al sobrepeso.
Seguir a Jesús hoy significa luchar para hacer más llevadera la vida de las personas con enfermedades crónicas.
Seguir a Jesús hoy significa luchar para encontrar caminos de salud alternativos (otra forma de cuidar la salud) que ayuden a las personas más pobres en su enfermedad. O sea impulsar la medicina natural
Cosme Carlos Ríos
Febrero 07 2015


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