Continuar la misión de Jesús
Cuando
terminan muchos retiros y algunas reuniones, las personas acostumbrar dar
testimonio de lo que han vivido y experimentado, haciendo notar los dones que
han recibido.
Sin embargo después
del Encuentro o retiro, las personas vuelven a su vida diaria y poco se nota
una vida de mayor entrega y servicio a los demás, suelen quedarse parados en
espera de otro retiro.
El servicio,
la entrega a los más desposeídos no es el testimonio que con más frecuencia
damos los testigos de Jesús resucitado.
Tenemos la
tendencia a quedarnos en la oración y meditación, pero sin que ellas nos
impulsen a la construcción de un mundo más justo y humano
La primera
lectura de este día de la Ascensión comienza haciendo un enlace con el
Evangelio de Lucas, en el que nos compartió todo lo que Jesús hizo y enseñó.
Nos recuerda
que Jesús completó la formación de los discípulos hablándoles durante 40 días
del Reinado de Dios.
En seguida les
hace la promesa de que van a recibir el Espíritu Santo: Ellos mal entienden las
palabras de Jesús y piensan en términos de poder y de dominio más que de
servicio.
Jesús les
aclara que el Reino de Dios se recibe con actitud de servicio y no de poder o
de dominio, y les renueva la promesa de darles el don del Espíritu Santo a fin
de que sean sus testigos por toda la tierra.
Posteriormente
dice la lectura que ellos lo vieron elevarse y se quedaron mirando al cielo,
pero dos hombres se les aparecieron cuestionándolos por seguir parados mirando al cielo, sin continuar
la misión, y les reitera que Jesús volverá.
Esta parte del
texto es construída tomando como fondo
la ascensión del profeta Elías, que es arrebatado por un carro de fuego con
caballos de fuego
En el
evangelio, Mateo sitúa este encuentro de los discípulos con Jesús, en Galilea,
el lugar de la Misión, en un monte, lugar tradicional para el encuentro con
Dios.
El encuentro
es con Jesús resucitado (Es el último pasaje del Evangelio)
Jesús declara
que ha recibido todo poder, y haciendo uso de ese poder, los envía para que
todos los pueblos se vuelvan discípulos de Jesús.
El que se haya
hecho discípulo, recibirá el bautismo como signo de que se purifica del pasado,
para asumir el proyecto de Jesús y aprenderá a guardar lo que Jesús hizo y
enseñó.
La Ascensión
de Jesús expresa que la misión terrena de Jesús termina, y bajo el impulso del
Espíritu Santo, inicia la misión de la comunidad de discípulos. No podemos
quedarnos parados
Celebrar la
Ascensión de Jesús ha de significar para nosotros, encontrarnos con Jesús Resucitado,
(viviendo una vida nueva), y encontrarnos con él en la realidad de los
marginados (Galilea)
Celebrar la
Ascensión de Jesús ha de significar para nosotros, meditar en todo lo que Jesús
hizo y enseñó; profundizar en lo que
significa el Reinado de Dios.
Celebrar la
Ascensión de Jesús ha de significar para nosotros, poner los pies en la tierra,
mirar nuestra vida diaria, abrirnos a la
acción del Espíritu Santo para descubrir los espacios en los que hoy urge que
demos testimonio de Jesús.
Celebrar la
Ascensión de Jesús ha de significar para nosotros, meditar lo que significó y
lo que significa para nosotros, ser testigos de Jesús.
Celebrar la
Ascensión de Jesús ha de significar para nosotros, dejar a un lado actitudes de
poder y de dominio y por el contrario dar testimonio de servicio y entrega a
los más desposeídos
Cosme Carlos
Ríos
Mayo 30 del
2014
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