Vencer las tentaciones
En nuestra
sociedad, tanto en lo civil como en lo religioso, los que hacen o reforman las
leyes, buscan el interés propio o el interés de las clases poderosas,
económica, política o religiosamente.
Por otra parte
el pueblo sufre graves problemas pero ignora las causas y no tiene conciencia
de sus derechos y responsabilidad y por lo mismo no actúa para que las cosas
cambien
Los medios de
comunicación social suelen solapar o favorecer las decisiones que toma la
autoridad en beneficio de unos cuantos y desfavoreciendo a las mayorías.
Hoy no es
posible interpretar los once primeros capítulos del Génesis como textos
históricos, son como un catecismo que nos ayuda a conocer lo que Dios quiere de
nosotros y para nosotros.
Los autores
modernos ubican la redacción del texto del Génesis que leemos hoy, durante el
reinado del rey Salomón y los consideran una denuncia profética a los desmanes
de Salomón, en forma simbólica (por
miedo a la represión).
Vendría a decir
lo mismo que, 400 años después de muerto Salomón, en forma abierta, nos dice el primer libro de los Reyes en el capítulo 11.
Llama la atención la imagen la serpiente: Animal
escurridizo, que muerde a traición al caminante, especialmente maligno, traidor
Simboliza la inclinación al mal, el afán de
dominio sobre los demás, la injusticia que habita en la profundidad del ser
humano.
Simboliza también el estilo de gobierno de
los faraones, que en su cabeza se colocaban un casquete con la figura de la
serpiente, símbolo de la sabiduría total.
El árbol, significa el proyecto de Dios, que debemos
respetar.
Salomón, el
hombre dotado por Dios de riqueza y de gran sabiduría, tomó el árbol (manipuló
las leyes para oprimir al pueblo), porque la serpiente se introdujo en el corazón de Salomón a través de sus mujeres
extranjeras.
Los servidores
públicos tenemos que vencer la tentación de (tomar del árbol de la vida), haciendo o favoreciendo leyes que dañan la
vida y la salud del pueblo, y, por el contrario, hemos de hacer o favorecer
leyes que propician la vida y la salud del pueblo.
Los servidores
públicos tenemos que vencer la tentación de aceptar las voces (de la serpiente)
que propugnan por la desigualdad y la
opresión, y, por el contrario escuchar las voces que propugnan por
proyectos de igualdad y libertad.
Los servidores
públicos tenemos que vencer la tentación de ponernos como autoridad suprema
(Ser como dioses) para darle a Dios su lugar central en nuestra vida y en
nuestro actuar personal y social.
Jesús en el
bautismo ha tomado conciencia de que es el hijo amado del Padre y que tiene una
misión. Ahora, conducido por el Espíritu, va al desierto para encontrar los
caminos que ha de seguir en su misión y los caminos que ha de rechazar.
Jesús descubre
que no ha de realizar su misión manipulando a Dios y buscando interés
personales (Si eres el Hijo de Dios dí
que estas piedras se conviertan en pan) ni buscando la riqueza, el poder o
la fama.
El camino de
la misión es
- Poner a Dios en el centro: “Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”,
- Alimentarse de la Escritura: “No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” y
- Rechazar el afán de manipular a Dios para nuestro beneficio “No tentarás al Señor tu Dios”Los creyentes tenemos que vencer la tentación de la apatía y el conformismo frente a las decisiones que toman las autoridades, tanto civiles como religiosas y que dañan la vida del pueblo.Los creyentes tenemos que vencer la tentación de la ignorancia y tenemos que esforzarnos por conocer y tomar conciencia, tanto de nuestros derechos como de nuestras responsabilidadesLos creyentes tenemos que vencer la tentación de actuar en forma individual frente a los problemas y encontrar caminos para trabajar en equipo, con objetivos y metas clarasMarzo 08 2014Día internacional de la mujerCosme Carlos Ríos
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