7 de julio de 2012

Pongamos nuestra confianza en Dios y no en el poder

Muchos de nosotros ponemos la confianza, el corazón, nuestra seguridad en las personas de poder económico, político o religioso.
Ponemos la confianza, el corazón, nuestra seguridad en los medios de comunicación social y los tomamos como norma de vida.
Tomamos como modelo a los grandes artistas y deportistas y muchos de nuestros jóvenes aspiran a ser miembros del crimen organizado, pues los han visto como modelos, como si imitándolos lográramos la seguridad.
Nuestra forma de vida, nuestra manera de alimentarnos y de vestir se rige por las modelos que nos va presentando el comercio internacional.
Ponemos nuestra seguridad en lo extranjero y no valoramos los valores de nuestro pueblo, ponemos nuestra seguridad en lo material y no en una vida digna y fraterna
Nuestros niños, ahora llevan nombres que hemos tomado de las películas y telenovelas extranjeras. Nos estamos convirtiendo en clientes seguros del sistema que oprime y explota al pueblo. De esta forma dependemos de las grandes industrias comerciales, productoras de alimento, de ropa, de juguetes etc. y estamos a su servicio
Rehusamos valorar las propuestas que hacen los pequeños y las que proponen una manera diferente de vivir.

La primera lectura nos presenta la palabra del profeta Ezequiel que es uno de los desterrados a Babilonia. El destierro o exilio fue el resultado de un error de cálculo: Al verse amenazados por los babilonios, el rey y la nobleza, el ejército y la clase sacerdotal pusieron su confianza en el poder de Egipto, sin caer en la cuenta de que en ese momento era más débil que los babilonios. Las clases dirigentes ponían su seguridad en:
1) La creencia de que los descendientes de David permanecerían por siempre en el trono de Judá
2) La creencia de que Judá, Jerusalén y el templo habían sido elegidos para morada de Yahvé.
3) La creencia de la ciudad de que Jerusalén era inviolable. Ezequiel los considera rebeldes porque en vez de reconocer sus errores y poner su confianza en Dios, siguen poniendo su confianza en el poder y culpan a Dios por el desastre.
Ezequiel denuncia las falsas seguridades de los desterrados e invita a poner la seguridad en Yahvé y su proyecto de igualdad y libertad.
Dios quiso realizar su obra salvadora a través de Jesús de Nazaret un pequeño artesano, que vivía en un pueblo del que se decía: ¿De Nazaret puede salir algo bueno?
Un sábado, en la sinagoga Jesús denuncia a los Nazaretanos su falta de fé, su falsa seguridad en el poder, porque, al igual que los desterrados del tiempo de Ezequiel, son incapaces de descubrir la presencia de Dios en uno de sus paisanos, que, además ejerce un oficio simple de hombre del pueblo.

Actuar como Ezequiel y como Jesús implica denunciar la falsa seguridad que ponemos en el poder económico, político o religioso que ciertamente juegan un papel importante, pero no garantizan nuestra seguridad total
Actuar como Ezequiel y como Jesús significa ser muy críticos, denunciar a los medios de comunicación cuando se ponen sólo al servicio de sus patrocinadores, en contra de los intereses del pueblo.
Actuar como Ezequiel y como Jesús significa denunciar los modelos de vida que nos proponen los medios de comunicación pues la forma de vivir, de alimentarnos, de vestir y los nombres que ponemos a nuestros niños, hacen que estemos siempre a merced de las personas o grupos de poder.
CCR

No hay comentarios:

Publicar un comentario