17 de septiembre de 2016

Optar por los pobres




Hay muchos creyentes que consideran que la gente es pobre porque es perezosa: no les gusta estudiar ni trabajar y no analizan las causas estructurales de la pobreza
El profeta Amós es un campesino, natural de Tecóa en el reino del Sur, pero actúa en el reino del Norte por el año 760 a.C, durante el reinado de Jeroboam II.
El reino del Norte ha logrado grandes avances en materia económica, pero a costa del empobrecimiento de las mayorías.
Esta situación es legitimada desde los santuarios del rey especialmente el de Betel en el que actúa el profeta. Este no se limita a señalar los hechos, sino analiza las formas de explotación.
 Ustedes dicen: "¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo?
Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar;  compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo".
En un programa de radio, el 09 de Noviembre de 1962, el Papa Juan XXIII pronunció la siguiente frase: "La iglesia es de todos, pero es sobre todo una Iglesia de pobres
Las palabras de Juan XXIII no causaron un gran impacto en los trabajos del Concilio Vaticano II. Esto se debe al hecho que los 1.500 obispos que fueron a Roma a participar en el Concilio, no consideraron la pobreza como un problema, sino como una realidad.
No obstante esto, dos semanas antes de la clausura del Concilio el 16 de Noviembre de 1965, unos 40 obispos, se reúnen en la catacumba de Santa Domitila y participan en una misa. Después firman un documento llamado Pacto de las Catacumbas, en el que se comprometen a vivir de modo pobre.
La Iglesia latinoamericana en la Conferencia de Medellín asume este tema y declara:
La pobreza como carencia de los bienes de este mundo es, en cuanto tal, un mal.
Los profetas la denuncian como contraria a la voluntad del Señor y las más de las veces como el fruto de la injusticia y el pecado de los hombres.
En Medellín la Iglesia asume una clara opción por los pobres
Y en el Documento de Puebla los Obispos señalan:
Comprobamos, pues, como el más devastador y humillante flagelo, la situación de inhumana pobreza en que viven millones de latinoamericanos expresada, por ejemplo, en mortalidad infantil, falta de vivienda adecuada, problemas de salud, salarios de hambre, desempleo y subempleo, desnutrición, inestabilidad laboral, migraciones masivas, forzadas y desamparadas, etc.
Al analizar más a fondo tal situación, descubrimos que esta pobreza no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas, aunque haya también otras causas de la miseria. Estado interno de nuestros países que encuentra en muchos casos su origen y apoyo en mecanismos que, por encontrarse impregnados, no de un auténtico humanismo, sino de materialismo, producen a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.
En el evangelio después de contar la parábola del administrador infiel, Jesús hace esta recomendación: “Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas”.

Para nosotros hoy, trabajar en la construcción del Reino de Dios implica estar conscientes de que hay causas estructurales que provocan la pobreza y descubrir los mecanismos y empresas empobrecedoras.

Para nosotros hoy, trabajar en la construcción del Reino de Dios implica renunciar al lujo y a los bienes superfluos, llevando una vida de sencillez y austeridad.
Para nosotros hoy, trabajar en la construcción del Reino de Dios implica sobre todo: ubicar a los pobres, denunciar las causas concretas de su pobreza y compartir con ellos nuestros bienes
Cosme Carlos Ríos

Septiembre 17 del 2016

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