18 de julio de 2015

El verdadero pastor siente compasión e integra

Entre nosotros la tarea pastoral consiste en hacer las actividades acostumbradas y pocas veces se piensa en dar una respuesta a las necesidades de los hermanos desde la compasión de Jesús.
Es muy común que los grupos y comunidades den una respuesta pastoral independiente de la respuesta de otros grupos y comunidades

En el Primer Testamento los guías políticos y religiosos son presentados con frecuencia como pastores y el pueblo como el rebaño.
La figura del jefe como pastor cobró vigencia a partir de David, el pastor convertido en rey. El rebaño no es propiedad de los pastores sino del Señor, ante el cual ellos son sus representantes, por eso él mismo les tomará cuentas.
El oficio de los jefes se ha pervertido y esto ha permitido la dispersión y el extravío del rebaño. El rey Joaquín con su política desatinada provocó la intervención de Babilonia y el destierro consiguiente.
Jeremías es consciente de que el desorden, la situación de injusticia y el desplazamiento que tiene que soportar y sufrir el pueblo, se debe a los mandatarios que no han sabido gobernar en función del bien público sino en función de sus intereses personales y de clase.
Por eso han fracasado como gobernantes y es necesario entonces que Dios suscite nuevos pastores, atentos a las necesidades del pueblo y esforzados por integrar y organizar al pueblo.
El texto de Marcos que leemos hoy dice que a Jesús le dio lástima de la multitud porque andaban como ovejas sin pastor. Los discípulos han llegado de su labor apostólica a contarle a Jesús todo lo que les había pasado,
Jesús entonces los invita a descansar en un lugar apartado pero cuando llegan no pudieron descansar porque una gran multitud ya estaba en el lugar esperándolos.
Jesús comprendió que más urgente que comer y descansar era atender a la multitud.
Muchos se encuentran marginados del templo, han sido desplazados de allí por no cumplir con las normas rituales de purificación, cuando oyen hablar a Jesús se sienten identificados con su enseñanza y con su práctica, descubren que no están tan lejos de los caminos de Dios, encuentran en él al pastor que en vez de dispersar, congrega y reúne.
Por eso, mientras los guías políticos y religiosos encuentran tiempo suficiente para descansar y comer, Jesús y los suyos tienen que inventar tiempo para satisfacer estas necesidades vitales.
Marcos reconoce que Jesús, movido por la compasión de ver a la multitud que andaba como oveja sin pastor, se pone a enseñarles.
Es la causa del Reino la que le consume su tiempo y su vida. Para esto ha venido, su pasión y su locura es el Reino.
Sólo quien ha andado en la vida motivado por una Causa entiende estas actitudes de Jesús, y no siente hambre ni fatiga por andar haciendo lo que le gusta y motiva.

Seguir a Jesús el pastor hoy, nos compromete como personas grupos o comunidades  a sentir la compasión hacia los hermanos, acercarnos y entender y atender sus miserias, penas y dolores como nos enseño la Guadalupana.
Seguir a Jesús el pastor hoy, nos compromete a dialogar con los demás grupos y comunidades y a unir nuestros esfuerzos para que  se erradiquen de nuestra sociedad las causas que producen el dolor y el clamor de los más débiles y necesitados.
Seguir a Jesús el pastor en este momento nos compromete a escuchar con compasión el clamor de la tierra: aguas, tierra, aire, plantas, animales y humanos.
Seguir a Jesús pastor hoy nos compromete al diálogo respetuoso y colaboración con otros para construir una ecología integral en el respeto y protección de toda la naturaleza.
Tenemos que empezar desde lo más cercano, nuestros hogares, la limpieza de nuestras calles el cuidado y buen uso de nuestras plazas.
Organizar en cada una de nuestras calles acciones recreativas que, integrando a los pequeños, nos ayuden a los adultos a construir ahí una comunidad que respeta dialoga y protege la creación.

Cosme Carlos Ríos
Julio 18 del 2015


No hay comentarios:

Publicar un comentario