Fidelidad a la Misión
A pesar de la discriminación y el conflicto
Cuando las
mujeres participan en la misión de la Iglesia muchas veces son discriminadas y
rechazadas a causa de su condición de mujeres.
Cuando los
laicos, como parte de su misión, realizan la Celebración de la Palabra o llevan
la Eucaristía a los enfermos muchas veces son criticados y en ocasiones
rechazados.
Cuando los
Sacerdotes, en fidelidad a su misión tocan temas sociales y políticos, son
rechazados porque se les niega el poder intervenir desde la fé en esos asuntos
relacionados con el bien de la persona y de la comunidad.
Recientemente
han aumentado los ataques en contra de las Casas del Migrante y de sus
responsables y ha aumentado la agresión en contra de los Defensores de los
Derechos Humanos.
Las reformas
emprendidas por el rey Josías centralizaron el culto en el templo de Jerusalén
dejando sin empleo a los sacerdotes de las aldeas o confiándolos en Jerusalén
ministerios de segunda categoría. Tal parece ser el caso de jeremías de los
sacerdotes de Anatot
Por la misma época,
Babilonia ha ido surgiendo como un nuevo imperio que amenaza a Israel. El rey
de Judá, el ejército y los dirigentes de la clase sacerdotal han decidido
enfrentar a Babilonia apoyándose en Egipto.
Considerando
que Judá, aún aliada a Egipto no tiene las fuerzas necesarias para enfrentar a
Babilonia, Jeremías propone un sometimiento estratégico al imperio que
impediría un gran derramamiento de sangre.
Los jefes de
Judá se apoyan en la confianza de que Jerusalén y el templo son inviolables y
en que la descendencia de David permanecerá para siempre.
Jeremías lucha
por deshacer las falsas seguridades de los grandes y por ello vivirá
permanentemente el conflicto, hasta el grado de ser arrojado en una fosa sin
agua.
El
relato de la vocación de Jeremías resalta la promesa de Dios: Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como
muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, a
sus jefes y sacerdotes y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero
no te vencerán, porque yo estaré contigo para protegerte.
Hasta el final, Jeremías permanecerá fiel a la
misión, a pesar del enfrentamiento y el conflicto
Jesús ha participado en la sinagoga de Nazaret
leyendo el texto del profeta Isaías, pero en su lectura ha suprimido el texto
que habla de un Dios vengador: “Este es
el tiempo para vengarse de nuestros enemigos”.
Además, Jesús ha proclamado que en ese momento en
que lee, se cumplen las profecías anunciadas y recuerda que la acción de Dios
va más allá de las fronteras de Israel, y lo hace recordando a los profetas
Elías y Eliseo.
Los nazaretanos, pueblo creyente, fanático y que
se siente dueño de Dios, rechaza al Nazareno ungido y enviado por el Espíritu
del Señor, porque es pequeño, es el hijo de José.
Jesús decide retirarse de Nazaret y aunque, a
partir de ahí le acompaña el conflicto, permanecerá fiel a la misión hasta
morir en la cruz.
Ser fieles a la misión de Jesús implica para
nosotros valorar y animar a las mujeres para que se mantengan firmes a la
misión por encima del rechazo y la discriminación.
Ser fieles
a la misión de Jesús implica para nosotros valorar y animar a los laicos que
además de su trabajo diario, realizan Celebraciones de la Palabra y se dan
tiempo para acompañar a los enfermos en su dolor.
Ser fieles a la misión de Jesús implica para
nosotros valorar y animar a los Sacerdotes que se esfuerzan por construir un
mundo más justo y humano y apoyan las causas de los más débiles y desamparados.
Ser fieles a la misión de Jesús implica para
nosotros valorar y animar a los que laboran en las Casas del Migrante y a los
Defensores de los Derechos Humanos
CCR
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