31 de enero de 2012

30 de Enero del 2012

30 de enero
En memoria de Mohandas Gandhi

Todos los seres humanos somos diferentes, pero estas diferencias no implican que tengamos que confrontarlas sino que las diferencias permiten enriquecernos con los valores de los demás y son oportunidad para el diálogo y la colaboración.
En orden a satisfacer nuestras necesidades, todos vamos construyendo relaciones en las diversas áreas de la vida: familia, educación, economía, política, religión; pero con frecuencia en estas relaciones tratamos de ganar y de usar la fuerza y la violencia produciendo perdedores, humillados y oprimidos.
Hoy 30 de Enero se conmemora la muerte del líder nacional y espiritual de la India, el Mahatma Gandhi, asesinado a tiros por un fanático hinduista. Gandhi se instaló en África del sur y luchó allí contra la discriminación de que eran objeto los indios.
Al volver a la India organizó la resistencia no violenta, tenía por principio fundamental la no violencia contra el colonialismo y la no cooperación con la administración inglesa.
Esta celebración es, una oportunidad de contribuir a que nos convirtamos en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión.
Hemos de contribuir, a la concientización de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos los individuos tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz.
Tenemos que tomar conciencia de que cuando hay un ganador hay uno o varios perdedores y estos son parte de la misma familia humanidad que nosotros. Tenemos que aprender que cuando hay un perdedor la familia humanidad pierde.
Tenemos que aprender nuevos caminos para manejar nuestras diferencias en forma constructiva.
Tenemos que aprender a ganar junto con otros: con la pareja, con los hijos, con los ciudadanos. Tenemos que aprender a pensar en plural para el bien de todos.
Tenemos que convertir el competir en colaborar.
Organicemos nuestras reuniones de modo que tomemos en cuenta las necesidades de cada uno de los participantes y que ayuden a que las diferentes propuestas enriquezcan las de los demás
¿Qué otra cosa proponemos para resolver nuestras diferencias en forma no violenta?
CCR

12 de enero de 2012

Todo está interconectado

Todo está interconectado, interrelacionado
y es interdependiente
Fernando Huanacuni

La propuesta y la práctica del Buen Vivir surgen de la cosmovisión indígena y se ofrecen a toda la humanidad.
La enseñanza de los abuelos y abuelas no es solo racional, tiene el ímpetu y la fuerza de la vivencia, la claridad de la mente y el corazón.
Ante las nuevas condiciones de la realidad a las que nos ha llevado la modernidad, el desarrollo, el humanismo, el antropocentrismo, el deterioro de nuestra vida y la vida en su conjunto, hoy emerge vigorosa, fuerte, traslúcida la voz de los pueblos indígenas originarios.
Tenemos que ir hacia algo, hacia alguna parte. En aymara decimos Taki, el camino sagrado. Ese horizonte nos permite reconstituir nuestra fuerza, nuestra vitalidad, saber quiénes somos, cómo vivimos, con qué fuerzas y quiénes nos acompañan.

Armonía y equilibrio
Vivir bien nos hace reflexionar que debemos vivir en armonía y en equilibrio. En armonía con la madre tierra. La Pachamama, es nuestra madre tierra.
Vivir en armonía con el cosmos, porque el cosmos también tiene ciclos, ritmos; vivir en armonía con la historia, saber que estamos en la época del reordenamiento de la vida, de la revitalización de las fuerzas naturales ante la conducta antinatura del pensamiento occidental.

Vivir bien es vivir en armonía con los ciclos de la vida, saber que todo está interconectado, interrelacionado y es interdependiente; vivir bien es saber que el deterioro de una especie es el deterioro del conjunto.
El movimiento indígena originario en el horizonte del vivir bien, esencialmente busca reconstituir la vida, reencontrarnos con nosotros mismos.

Somos Pachamama
Somos hijos de la madre tierra, somos hijos del cosmos, por lo tanto no existe la dicotomía ser humano-naturaleza, somos naturaleza, somos pachamama, somos pachacamac, somos vida. Por lo tanto, somos responsables también como agricultores de la vida.

En estas nuevas condiciones emergentes, reconstituir nuestra identidad es volver a los principios básicos convencionales, no humanos, sino de la vida, de la naturaleza. Volver a nuestra sabiduría, a nuestros ancestros, al camino sagrado. No es retroceder sino reconstituirnos en los principios y valores que no tienen tiempo, que no tienen espacio.

Vivir en equilibrio  con todas las formas de existencia. “Todo vive”, decimos en aymara: las montañas, el río, los insectos, los árboles, las piedras, todo vive; por lo tanto, es parte de un equilibrio perfecto de la vida. Y nosotros para reconstituir el vivir bien tenemos que vivir en equilibrio con todas las formas de existencia y no solamente con todo lo que vemos, incluso con lo que no vemos: nuestros abuelos, abuelas, nuestros ancestros, porque ellos también están con nosotros.
Proceso de naturalización
Salir de la visión monocultural, uninacional, salir del monocultivo mental. Así como el monocultivo ha deteriorado la madre tierra, la vitalidad y la fertilidad de la madre tierra, tenemos que salir del monocultivo mental que también ha deteriorado nuestra capacidad natural que cada uno tenemos. Estamos emergiendo en estados plurinacionales, saliendo del estado colonial, de la república que solamente nos ha sumido en una individualidad humanista.

Cuando hablamos de vivir bien, estamos hablando de un proceso de naturalización y no solamente de humanización, porque el proceso de humanización que occidente ha planteado sigue viendo al ser humano como el rey de la creación y a los demás seres como objetos.
Vivir bien significa entrar en ese proceso de naturalización, volver a nuestra naturaleza, saber que todo vive y saber que todo está interconectado y todo es interdependiente.
Salir de la premisa de occidente. Occidente dice: ganar es lo único. Y nos sume en una competencia desleal, deshonesta entre humanos. No solamente humanos sino con todo tipo de existencia.
Vivir bien significa comprender que si uno gana o uno pierde, todos hemos ganado o perdido.
Vivir bien significa mirar bien el horizonte, reconocer que la vida humana no es el único parámetro, ni la forma de entender a través de lo racional es la única. Es abrirnos a la vida, es comprender que la vida tiene facetas importantes para reconstituir la vida misma.

Reconstituir nuestra identidad
El estado que estamos cuestionando, humanista, individualista, jerárquico, depredador, homogeneizador, emerge de una cosmovisión y esa cosmovisión tiene un carácter individual, machista y humanista.
Para reconstituir la cultura de la vida en el horizonte del vivir bien, tenemos que reconstituir nuestra cosmovisión y eso significa nuestra identidad. Significa hacernos las preguntas fundamentales: quiénes somos realmente, qué corazón tenemos, quiénes han sido nuestros abuelos y con qué fuerza han caminado.

Este es un tiempo de reordenamiento de la vida. Reordenamiento esencialmente para reconstituir la vida.
Hay que diferenciar vivir bien del vivir mejor. Vivir mejor significa ganar a costa del otro, es acumular por acumular, es tener el poder por el poder. Pero vivir bien es devolvernos el equilibrio y la armonía sagrada de la vida.
Todo lo que vive, todo está interrelacionado. El árbol no vive para sí mismo; el insecto, la abeja, la hormiga, las montañas, no viven para sí mismos sino en complementariedad, en reciprocidad permanente: a eso llamamos ayni.

La gran pregunta es: para qué vivimos nosotros. Hay que tomar en cuenta que el deterioro de cualquier especie, pequeña o grande, es el deterioro de todos nosotros y de la vida misma.
Hoy nuestra generación despierta al llamado de una responsabilidad generacional, saber que nosotros no somos seres individuales, somos los ojos de los abuelos, somos la voz de los abuelos, por lo tanto también somos la acción y la esperanza de los abuelos. También somos la semilla de quienes van a venir después de nosotros, la semilla que va aportar a que la cultura de la vida se fortalezca.
Vivir bien es devolvemos el equilibrio y la armonía, comprender que hay ciclos de la madre tierra, por lo tanto hay que sembrar y cosechar en su época y no en otras épocas, salir del monocultivo que ha destrozado nuestra vida, como la fertilidad de la madre tierra, salir del monocultivo mental  que no nos permite ver tanta diversidad de la vida..
Resumió y publicó CCR

5 de enero de 2012

10 mandamientos para salvar al mundo

10 Mandamientos para salvar al mundo

Primero: Acabar con el capitalismo
Si se quiere salvar al planeta, la vida y la humanidad, estamos en la obligación de acabar con el sistema capitalista. Si no se hace será imposible pensar que habrá igualdad y justicia en este planeta tierra. “Si se quiere salvar el planeta, hay que terminar y erradicar al modelo capitalista y lograr que el norte pague la deuda ecológica en vez de que los países del sur y de todo el mundo paguen la deuda externa”.

Segundo: Renunciar a la guerra
Renunciar a la guerra, porque en las guerras no ganan los pueblos, sólo ganan los imperios, en las guerras no ganan las naciones, sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos.

Tercero: Un mundo sin imperialismo o colonialismo
Un mundo sin imperialismo ni colonialismo. Son importantes las relaciones bilaterales y multilaterales porque somos de la cultura del diálogo y de la convivencia social, pero esas relaciones no deben ser de sometimiento de un país a otro.

Cuarto: El agua es un derecho para todas las formas de existencia
El agua como un derecho humano y de todos los seres vivientes de este planeta, alguien decía que sin luz puede vivir, pero no sin agua; por tanto el agua es la vida, por lo que no es posible que haya políticas que permitan privatizar el agua.

Quinto: Fuentes de energías limpias y ambientalmente amigables
Desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza, acabar con el derroche de energía.
En 100 años estamos acabando con la energía fósil que ha sido creada en millones de años.

Sexto: Respeto a la Madre Tierra
Respeto a la Madre Tierra, ningún experto o especialista puede debatir con los dirigentes indígenas sobre el respeto a la Madre Tierra, debemos ver cómo influir desde el movimiento indígena en otros sectores sociales, urbanos y rurales para que entiendan que la tierra es nuestra madre.

Séptimo: Servicios básicos como un derecho humano
Los servicios básicos como el agua, luz, educación, salud, comunicación y transportes deben ser considerados como un derecho humano, no pueden ser de negocio privado, sino de servicio público.

Octavo: Consumir sólo lo necesario y priorizar el consumo de la producción local
Consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumir lo local. Acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. No es entendible que algunas familias sólo busquen el lujo, a cambio de que millones y millones no tengan posibilidades a vivir bien.

Noveno: Respeto a la diversidad económica y cultural
Promover la diversidad de culturas y economías. Somos tan diversos, pero el movimiento indígena que siempre ha sido excluido está apostando a la unidad en la diversidad, un Estado plurinacional donde todos están al interior. Blancos, morenos, negros y rubios.

Décimo: Vivir bien, en armonía con la Madre Tierra
No es ninguna novedad el vivir bien, sólo se trata de recuperar la vivencia de nuestros antepasados. No es vivir mejor a costa del otro, es construir una vida comunitaria y en armonía con la Madre Tierra.

Evo Morales, Presidente de Bolivia
Publicado por CCR

ECONOMÍA EN EL HOGAR

La señora de la esquina de mi colonia me decía el año pasado: El sueldo de mi esposo nos alcanza tan sólo para comprar un kilo de tortillas y de huevo. La ventaja que le lleva al candidato del PRI a la Presidencia Enrique Peña Nieto es que ella sí sabe el precio de la tortilla, nada más que este año le será más difícil completar con los gastos de la casa por todos los aumentos de este 2012. Se nos dice que el sueldo anual de nuestro presidente es de 140 salarios mínimos mayor que el de muchos otros presidentes, además tan solo en México el presidente Calderón después de su periodo seguirá percibiendo de por vida los 140 sueldos mínimos. Con este antecedente es difícil que se tenga sensibilidad para pensar en las necesidades que se tienen en nuestros hogares. El ex-alcalde de Bogotá  Colombia después de una encuesta hecha en nuestra ciudad de Monterrey concluyó que el 90% de la población no tiene ningún interés por participar en mítines o movimientos populares que ayudan a tomar conciencia de participación del ciudadano en el bien común. Un buen ejemplo de interés por la ciudad es el de la Señora María Carmen Cuevas Ramírez de la colonia Independencia quien rechazó una pantalla LCD de 32 pulgadas después de haber hecho fila desde las 2.30 de la mañana para pagar el impuesto predial en el municipio de Monterrey pidiendo en cambio que pusieran las luces en los puentes de Cuauhtémoc y Pino Suárez. Si por lo menos una vez durante su período se dieran la vuelta por las colonias más pobres nuestras autoridades podrían darse cuenta de los problemas económicos que tienen nuestras familias. El pensamiento que viene a nuestra mente es: ¿cómo asegurar la comida para los más desprotejidos? y ¿cómo asegurar la participación en nuestras comunidades?