25 de abril de 2015

Jesús modelo de pastor

En el momento actual el ejercicio de la autoridad, tanto en la sociedad como en la comunidad cristiana está marcado por la dependencia y la sumisión del pueblo hacia los que ejercen la autoridad.

Los más antiguos antepasados de Israel de los que se tiene noticia eran pastores nómadas que vivían en tiendas de campaña y que iban de un lugar a otro buscando pastizales para sus ganados.
Entre aquellas familias de pastores y sus rebaños se establecía una relación que difícilmente podemos comprender hoy; el jefe del clan familiar era el responsable último de buscar comida para las personas y pastos para los animales, de defender a unos y otros de los posibles ataques de las fieras y de los ladrones...
Se llamaba pastores a los políticos y a los responsables de la administración y el gobierno, al rey y a los altos cargos del reino, porque ellos debían cuidar por el bienestar del pueblo.
Como los dirigentes se olvidaron muchas veces de que ésta era su misión, los profetas denunciaron con valentía sus abusos.
Los profetas advierten que Dios les va a pedir cuentas y que va a asumir él la tarea de pastorear a su pueblo por medio de un enviado suyo.
Jesús afirma que él es el modelo de pastor porque en él se dan tres rasgos característicos:
«El pastor modelo se entrega él mismo por las ovejas.» Esta es la primera cualidad. El pastor entrega su propia vida en favor de las ovejas que pastorea.
Su tarea no es una actividad económica: no busca ventaja alguna para sí mismo, ni salario ni beneficio. Sólo persigue el bienestar y la felicidad de sus ovejas.
La segunda característica es el conocimiento personal de sus ovejas: «Yo soy el modelo de pastor; conozco las mías y las mías me conocen a mí.»
No hay entre el pastor y su rebaño una relación de superioridad, sino de amistad: «No, no los llamo siervos, porque un siervo no está al corriente de lo que hace su señor; a ustedes los  vengo llamando amigos porque todo lo que oí a mi Padre se lo he comunicado
El dirigente del pueblo, el pastor, según el modelo de Jesús, no es alguien que ordena, organiza y manda desde su despacho a unas ovejas de las que sólo conoce cómo suena el balido de sumisa adhesión; entre el pastor al estilo de Jesús y su rebaño se establece una relación de conocimiento y amor semejante a la que existe entre el Padre Dios y su Hijo.
Un conocimiento que es amor y un amor que es donación de vida.
La tercera es la creación de un rebaño en el que nadie se sienta excluido: « El exclusivismo político nacionalista y religioso que estaban en vigor en la sociedad judía en tiempos de Jesús queda definitivamente superado.
El Pastor Modelo no entrega su vida por defender su bandera y ni siquiera por defender su credo: él entrega la vida para que sus ovejas puedan encontrar la felicidad viviendo como hermanos por encima de credos y banderas.

Celebrar a Jesús resucitado el buen pastor implica para nosotros pasar del invierno del autoritarismo a la primavera de una relación alegre, fraterna y cordial entre pastores y fieles.

 Celebrar a Jesús resucitado el buen pastor implica para nosotros los pastores pasar a la primavera de entregar nuestra vida y nuestra actividad para que en nuestras comunidades los fieles tengan vida y vida en abundancia.

Celebrar a Jesús resucitado el buen pastor implica para nosotros pasar del invierno del aislamiento a la primavera de acercarnos a los fieles y conocer su situación.
 Celebrar a Jesús resucitado el buen pastor implica para nosotros pasar del invierno de la comodidad a la primavera de compartir con los fieles sus dolores y sufrimientos
Cosme Carlos Ríos
Abril 25 del 2015

Fiesta de San Marcos evangelista

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