18 de abril de 2015

El resucitado abre los ojos para ver los caminos del Reino

A la gran mayoría de los cristianos mexicanos nos ha faltado luz para descubrir los caminos por los que hay que pasar de un invierno de violencia e inseguridad  a una primavera de paz con justicia que ponga de manifiesto la presencia de Jesús Resucitado.
Nos ha faltado visión para encontrar los caminos del Resucitado para ayudar a los adolescentes a pasar de un invierno en el que se comunican sólo con los de lejos a una primavera donde se comunican con los de cerca.

El libro de los Hechos nos muestra la primavera que vivieron los cristianos al pasar con Jesús resucitado de un invierno de leyes y ritos fríos, sin misericordia a una primavera de alegría y misericordia.
Los discípulos de Jesús acuden al templo para la práctica de los ritos, pero, al hombre que no puede caminar, en el nombre de Jesús resucitado, le conceden el don de volver a caminar.
El Evangelio nos refiere que después de que los discípulos regresaron de Emaús, Jesús se presentó en medio de la comunidad y les mostró las manos y los pies.
Las manos representan la actividad y los pies el camino de Jesús, es decir: Jesús está resucitado ahí donde se continúa su actividad y donde se sigue caminando.
Jesús, con la Escritura les ayuda a entender el misterio de su vida y de su misión y les abre los ojos para que comprendan  la primavera, el mundo nuevo que surge de su resurrección.

A la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa abrir los ojos para descubrir los caminos de Jesús Resucitado para construir un país de paz con justicia.
A la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa: abrir los ojos para descubrir los caminos de Jesús Resucitado en orden a acompañar a los adolescentes a pasar del invierno del encerramiento en las redes sociales a una primavera de apertura y fraternidad con los que nos rodean
A la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa utilizar la Escritura para descubrir los caminos del Resucitado frente a la enorme problemática de nuestra vida.
A la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa aprender a utilizar la Escritura de una manera que nos abra los ojos para descubrir el proyecto de vida que el Resucitado tiene para nosotros, hoy.
A la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa organizar cursos de biblia para aprender un método que nos ayude a unir la Biblia con nuestra vida y nos descubra el compromiso que tenemos.

Cosme Carlos Ríos
Abril 18 del 2015


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