El
resucitado abre los ojos para ver los caminos del Reino
A la gran mayoría de
los cristianos mexicanos nos ha faltado luz para descubrir los caminos por los
que hay que pasar de un invierno de violencia e inseguridad a una primavera de paz con justicia que ponga
de manifiesto la presencia de Jesús Resucitado.
Nos
ha faltado visión para encontrar los caminos del Resucitado para ayudar a los
adolescentes a pasar de un invierno en el que se comunican sólo con los de
lejos a una primavera donde se comunican con los de cerca.
El
libro de los Hechos nos muestra la primavera que vivieron los cristianos al
pasar con Jesús resucitado de un invierno de leyes y ritos fríos, sin
misericordia a una primavera de alegría y misericordia.
Los
discípulos de Jesús acuden al templo para la práctica de los ritos, pero, al
hombre que no puede caminar, en el nombre de Jesús resucitado, le conceden el
don de volver a caminar.
El
Evangelio nos refiere que después de que los discípulos regresaron de Emaús,
Jesús se presentó en medio de la comunidad y les mostró las manos y los pies.
Las
manos representan la actividad y los pies el camino de Jesús, es decir: Jesús
está resucitado ahí donde se continúa su actividad y donde se sigue caminando.
Jesús,
con la Escritura les ayuda a entender el misterio de su vida y de su misión y
les abre los ojos para que comprendan la
primavera, el mundo nuevo que surge de su resurrección.
A
la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa abrir los ojos para
descubrir los caminos de Jesús Resucitado para construir un país de paz con
justicia.
A
la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa: abrir los ojos para
descubrir los caminos de Jesús Resucitado en orden a acompañar a los
adolescentes a pasar del invierno del encerramiento en las redes sociales a una
primavera de apertura y fraternidad con los que nos rodean
A
la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa utilizar la Escritura
para descubrir los caminos del Resucitado frente a la enorme problemática de nuestra
vida.
A
la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa aprender a utilizar
la Escritura de una manera que nos abra los ojos para descubrir el proyecto de vida que el Resucitado
tiene para nosotros, hoy.
A
la luz de este Evangelio, vivir la Resurrección significa organizar cursos de
biblia para aprender un método que nos ayude a unir la Biblia con nuestra vida
y nos descubra el compromiso que tenemos.
Cosme
Carlos Ríos
Abril
18 del 2015
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