14 de marzo de 2015

La salvación nos viene del amor del padre
La imagen de Dios que se nos ha inculcado y que seguimos aceptando con frecuencia, es la de un Dios que castiga, más que la de un Dios que ama y que Salva
Es muy frecuente que reduzcamos la fé a una serie de prácticas, sobre todo de carácter religioso y nos olvidemos de que Jesús es una persona que ha hablado y que nos presenta un proyecto.

Los dos libros de las Crónicas formaron originalmente una sola obra, fueron escritos desde el punto de vista sacerdotal.
Este segundo de Crónicas continúa el tema iniciado en el primero, donde el tema central es el templo de Jerusalén. David y el templo son los dos elementos más importantes de esta obra.
        Los autores interpretan el destierro como castigo de Dios por haberse burlado de los profetas y haber despreciado sus advertencias, hechas como manifestación de la compasión de Dios.
Igualmente interpretan la liberación del destierro y la reconstrucción del Templo como inspiración de Dios a Ciro rey de los persas para que llevara a cabo esta obra
El evangelio de Juan que leemos hoy nos presenta a Jesús en diálogo con Nicodemo, quien como buen escriba, piensa que la salvación viene por la observancia de la Ley.
Después de explicarle que tiene que nacer de nuevo, hacer un cambio total, hoy le hace ver que la salvación tiene que venir de lo alto.
Afirma que la obra de la salvación viene del inmenso amor del Padre que nos entrega a su hijo para salvación, para que tengamos vida eterna y no condenación.
Pero hoy para salvarse hace falta creer en Jesús. Creer en Jesús es aceptar incondicionalmente la persona, la palabra y el proyecto de Jesús

La Cuaresma, camino hacia la vida nueva de Jesús, es un tiempo para fortalecer nuestra fé.
Fortalecemos nuestra fé en Jesús mediante la oración, no la que habla mucho, sino la que abre el corazón para descubrir  el amor que Jesús nos tiene y mostrarle el que nosotros le tenemos.
Fortalecemos nuestra fé en Jesús por medio de la lectura y meditación de las enseñanzas de Jesús, realizadas de modo que iluminen nuestra realidad, de la que nos hacemos responsables.
Fortalecemos nuestra fé en Jesús en el esfuerzo por conocer y vivir el proyecto del Reino predicado por Jesús: Una sociedad más justa y humana en la que vivamos como verdaderos hermanos.
Marzo 14 del 2015 Día pi
Cosme Carlos Ríos


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