12 de mayo de 2012

Amar como el Padre ama a Jesús Y como Jesús nos ama

 En nuestro mundo hay muchas situaciones que reclaman el amor de las personas, los grupos y comunidades que nos decimos seguidores de Jesús. 24, 000 personas mueren de hambre cada día, en un mundo donde hay suficiente alimento para todos.

La Enfermedad de Chagas representa un problema de salud grave en 17 países Latinoamericanos, con un total estimado por la Organización Mundial de la Salud de 100 millones de personas expuestas a la enfermedad, y alrededor de 20 millones de personas infectadas.

Fuera de los focos naturales de transmisión, se ha observado la transmisión por transfusión sanguínea con creciente frecuencia. Se estima que cada año se infectan alrededor de 500.000 personas y de éstas 300.000 son niños. La mortalidad asciende al 10-15% durante la fase aguda de la enfermedad, esto es, por año promedian las 50 mil personas.

¿Encontramos algo parecido cerca de nosotros?

Jesús nos manifiesta que El nos ama como el Padre lo ama a El y nos exige que nosotros amemos como El nos ama

El amor de Jesús es un amor muy particular, que se muestra en hacer suyo el dolor de los que sufren, a quienes muestra su compasión. Jesús ama como Buena Noticia: Con sus hechos y con sus palabras lleva un mensaje de consuelo y esperanza.
Jesús ama acercándose a las personas, conviviendo con ellas, tocándolas, tomándolas de la mano, abrazándolas y bendiciéndolas, ayudándoles a vencer los complejos que la cultura del judaísmo les ha impuesto.
Con su amor Jesús valora a las personas, las sana, las hace oír, las capacita para caminar y para trabajar, les devuelve la vida. Jesús las acompaña en el peligro, comparte con ellas y les enseña a compartir.
Jesús ama combatiendo todo aquello que deshumaniza a la persona, llegando a luchar contra el mismo sistema religioso.
Jesús combate las causas de los problemas que deshumanizan a las personas.

Amaremos como Jesús si nos duele el problema de los hermanos que padecen el hambre y la enfermedad, mostrando con hechos la misericordia de Jesús, informándonos sobre la dimensión del problema, sobre las causas y las posibles soluciones que realmente humanicen.

Amaremos como Jesús, si nuestros hechos y nuestras palabras son Buena Noticia, mensaje de consuelo y esperanza para los hermanos que a nuestro alrededor sufren el hambre y la enfermedad.
Amaremos como Jesús si nos acercamos a las personas, con hambre o enfermas, si convivimos con ellas, si las tocamos, si las tomamos de la mano, si les ayudamos a vencer los complejos que impone la cultura.
Amaremos como Jesús si valoramos a las personas, si las capacitamos para que se puedan valer por sí mismas y puedan llevar una vida digna
Amaremos como Jesús si acompañamos en el peligro, si compartimos y enseñamos a compartir. Amaremos como Jesús si luchamos contra los sistemas que hacen un reparto injusto de los bienes de la creación y producen miles, millones de personas excluídas de los beneficios de la vida social. ¿Cuáles son las necesidades que en este momento reclaman más nuestro amor de discípulos del Nazareno? Hagan sus propuestas CCR

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