Uno de los grandes problemas de nuestro mundo, mientras esperamos la
navidad, es la guerra en Siria: las grandes potencias, Rusia y EE UU, en alianza
con otros poderes menores, se disputan el petróleo.
Crecen las grandes alianzas en busca del poder económico, las
asociaciones anónimas han dado paso a los consorcios y posteriormente a las
transnacionales.
El pueblo, por otra parte sufre las consecuencias de estas alianzas y
son sólo unos pocos los que en forma organizada luchan por un mundo mejor de
justicia y solidaridad.
El hecho que nos narra Isaías en la lectura de hoy que podemos fecharlo
en el año 734 a. C. En el trono de
Nínive está Tiglat Pileser III, un cruel y poderoso rey.
Por otro lado Siria, y Efraín, el estado israelita del Norte, unidos
los dos, forman una coalición contra el reino de Judá con su capital Jerusalén.
Acaz estaba ocupando el trono en Jerusalén. Cuando el oyó que se había
hecho una coalición para reemplazarlo, se llenó de angustia y buscó apoyo de Tiglat
Pileser contra ellos.
Para despertar de nuevo la
confianza en Dios, el profeta se vale de un hecho probablemente histórico, el
embarazo de alguna de las doncellas del rey.
Así como esa joven dará a
luz un primogénito, del mismo modo enviará Dios un descendiente davídico que
asuma los destinos del pueblo, en medio del cual estará siempre; por eso su
nombre “Emmanuel”, Dios con nosotros.
Para el pueblo de Israel,
Dios es Yahvé el que hizo alianza con el pueblo para salir de la esclavitud de
Egipto y construir una sociedad de justicia y de igualdad, sin tributos ni
trabajos forzados.
El Emmanuel recuerda que
Dios y el pueblo están aliados para construir una sociedad de justicia e
igualdad, sin tributos ni trabajos forzados.
Para leer
bien los relatos “de la infancia” de Mateo y Lucas hemos de estar conscientes
de que no son crónicas de sucesos, no son “historia” en el sentido que hoy
damos a la palabra. Son teología
narrativa.
El interés
por la figura de Jesús, empezó con su vida pública, y sobre todo, con la
muerte-resurrección. Antes de eso, nada extraordinario sucedió en él que se
pudiera descubrir desde el exterior. Nadie
reparó en aquel niño ni en su madre.
Para poder resaltar
de una manera convincente lo que Jesús fue para los primeros cristianos, vieron
la necesidad de hablar de las maravillas de su infancia. Solo
después de la experiencia pascual, se intentó explicar quién era Jesús, más
allá de lo que se podía percibir.
En el Israel de Jesús,
el matrimonio, constaba de dos partes:
el contrato y la boda. Lo importante era el contrato (desposorio).
En la boda se
celebraba la acogida de la esposa en la casa familiar del novio. María y José
estaban casados a todos los efectos jurídicos.
Mateo quiere
transmitirnos el origen divino de Jesús. Jesús no es obra de la casualidad, ni
de una evolución progresiva, sino que responde a la presencia de Dios en él.
En las dificultades
que encuentran María y José, se está manifestando el conflicto que se vivía en
tiempo de Mateo, entre el judaísmo fiel al Antiguo Testamento y la nueva
comunidad asentada sobre la figura de Jesús.
El origen divino de
Jesús simboliza la superioridad del Nuevo Testamento. El encargo a José de recibir a María, está
indicando que todo buen israelita debe aceptar la novedad, aunque cause
problemas, porque es lo que Dios quiere.
Lo importante para
nosotros es que el Salvador es el Emmanuel. Dios con nosotros. Él y nosotros hemos
de llevar a cabo el proyecto del Reinado de Dios: Un mundo de amor, de
justicia, de libertad y de paz.
Celebrar hoy al
Emmanuel significa para nosotros renovar la Nueva alianza con Jesús y el Padre
en la lucha permanente y organizada para hacer presente el Reinado de Dios: Un
mundo de justicia y fraternidad.
Celebrar hoy al
Emmanuel significa para nosotros alzar la voz en contra de todo lo que destruye
la vida, de modo particular en contra de las guerras que sólo buscan los
intereses de los poderosos.
Celebrar hoy al
Emmanuel significa para nosotros crear todo tipo de alianzas, de organizaciones
en defensa de la vida, tanto de la vida de la humanidad, como de la vida de la
creación.
Diciembre 17 de 2016
Cosme Carlos Ríos